Desde lo más alto de una torre helicoportada de 18 metros de altura, que se levanta imponente sobre prados verdes, dos hombres de la Compañía Jungla de la Policía Antinarcóticos, entrenados para enfrentar a las más criminales bandas del narcotráfico, descienden en cuestión de un parpadeo por fuertes cuerdas en una operación de infiltración y sorpresa al enemigo.
Este ejercicio hace parte de las capacidades y destrezas que la Policía Nacional le mostró este sábado al Presidente Iván Duque Márquez, en la Escuela Internacional del Uso de la Fuerza Policial para la Paz (CENOP), donde alrededor de 3.000 hombres y mujeres se entrenan para enfrentar el crimen organizado y la delincuencia en espacios urbanos y rurales del país.
Hasta ese lugar, ubicado en el municipio de San Luis (Tolima), donde la temperatura oscila entre los 28 y 33 grados centígrados, arribó el Jefe de Estado a las 8:15 de la mañana, acompañado por el Ministro de Defensa, Diego Molano Aponte; el Ministro del Interior, Diego Palacios, y los miembros de la cúpula de la Policía, con el fin de evaluar las capacidades de esta fuerza de seguridad en la lucha contra el crimen.
La jornada empezó con una reunión y un desayuno en el Centro de Operaciones de la Escuela, en la cual se analizaron los lineamientos del Plan Nacional de Seguridad y Defensa 2021, cuyo propósito es consolidar los logros en la lucha contra el crimen organizado, la delincuencia común, reducir los delitos y fortalecer la seguridad ciudadana.
Al finalizar el encuentro, alrededor de las 11:00 de la mañana, se movilizaron en carros tipo polaris de color verde (buggies) hacia los centros de entrenamiento y de operaciones de este cuerpo armado al servicio de los colombianos.
El recorrido comenzó en la torre helicoportada, donde el Presidente Duque, vestido de verde y portando una pañoleta en su espalda con las palabras ‘Es un HONOR ser Policía’, saludó con efusividad y voz enérgica a 48 policías de los comandos especiales.
“Es para mí un verdadero honor estar acá con ustedes, en este importante centro de formación; me siento muy orgulloso de ser su Comandante Supremo”, les dijo el Mandatario.
“Ustedes son un símbolo muy claro de lo que es la resiliencia, la entrega, la abnegación y el honor de nuestro pueblo. Gracias por la labor que cumplen enfrentando al crimen organizado, enfrentando amenazas; gracias por lo que ustedes representan a sus familias, pero, ante todo, gracias por ser policías. Dios y Patria”, expresó el Presidente.
Capacidades en erradicación manual
Más tarde, el Presidente Duque llegó al área donde la Policía entrena a sus hombres en los procesos de erradicación manual de cultivos ilícitos, estrategia que contribuyó a la erradicación, en el 2020, de 130.000 hectáreas de hoja de coca.
Allí, el Mandatario observó las variedades de las plantaciones de coca que hay en el país, y escuchó en detalle la descripción de sus características de crecimiento y producción.
En este lugar, la Policía Antinarcóticos, a través de un despliegue de fuerza de los comandos Jungla, también le dio a conocer al Jefe de Estado las capacidades tecnológicas para la ubicación de plantaciones de coca.
Minutos después, tras atravesar una zona semejante a las selvas donde los narcotraficantes construyen los complejos cocaleros, el Mandatario llegó al sitio de los laboratorios para el procesamiento de cocaína.
Entre cambuches, canecas azules y químicos, la Policía le explicó, en detalle, el proceso de transformación de la hoja de coca en clorhidrato de cocaína.
Durante el recorrido, el Presidente se encontró en el camino con un semisumergible incautado por la Policía en las costas del Pacífico. Los oficiales antinarcóticos le informaron que la embarcación, con capacidad para transportar hasta 7 toneladas de cocaína, pertenecía a alias ‘Patiño’, de las disidencias de las Farc.
Posteriormente, la Dirección Antinarcóticos le entregó al Jefe de Estado una moneda que identifica la lucha antidrogas y, además, recibió un casco representativo de los Comandos Jungla.
“Muchas gracias, me siento orgulloso del trabajo que están realizando”, dijo el Mandatario.
Infiltración en paracaídas
Cerca de la 1:00 de la tarde, cuando el sol estaba en su momento canicular, 10 hombres de los Comandos de Operaciones Especiales saltaron en paracaídas desde una avioneta de la Policía a 10.000 pies de altura, ante la mirada de admiración del Presidente.
Se trataba de una demostración de infiltración en paracaídas, empleada en operaciones antinarcóticos, que han permitido dar certeros golpes a cabecillas de las organizaciones criminales y de incautaciones de droga.
De hecho, durante la visita al CENOP, el Jefe de Estado fue informado sobre el desarrollo de operaciones élite como Atalanta, Esparta, Agamenón, Aquiles y Atlas, que la Policía adelanta de manera conjunta con las Fuerzas Militares, y en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, con un objetivo claro: desarticular las organizaciones del narcotráfico en todo el territorio nacional.
Lucha antisecuestro
Uno de los momentos más enérgicos de la jornada en CENOP se vivió cuando el Mandatario se encontró con un grupo de 10 hombres del Grupo Antisecuestro y Extorsión (Gaula), a quienes les expresó su gratitud y admiración.
“Me complace mucho saludarlos, en esta visita, que es icónica de un Presidente a este centro de formación. Es para decirles lo orgulloso que me siento de nuestro Gaula; ustedes, todos los días, trabajan por darles la libertad a los colombianos y para enfrentar la extorsión”, recalcó, y agregó que los miembros del Gaula trabajan para “garantizar que en todo lugar de nuestro país esté presente la fuerza de la autoridad frente a uno de los delitos más abominables”.
Bajo el lema ‘Yo no pago, yo denuncio’, los miembros del Gaula hicieron una demostración de sus capacidades de inteligencia humana y técnica empleadas para detectar las modalidades de extorsión, con el fin de prevenir este delito y poner a los responsables ante la justicia.
La jornada del Presidente Duque continuó con un almuerzo en un kiosco, acompañado por la cúpula de la Policía y por los Comandos Jungla, quienes le entregaron dos obsequios: un cuadro con una espada y un jarrón de madera con el escudo del cuerpo élite.
Luego, el Jefe de Estado chocó su puño derecho con el puño de los comandos en señal de confianza y de gratitud, con lo cual terminó así su visita a este gran centro de entrenamiento de unidades comando de la Policía.
