¿Qué se debe hacer con la población de hipopótamos en Colombia? Es la pregunta que ronda desde hace unos diez años, luego que el extinto narcotraficante Pablo Escobar trajera estos animales desde África.
Actualmente se calcula que existen entre de 50 y 70 hipopótamos dispersos por todo el río Magdalena, resultado de los primeros cuatro que fueron traídos al país por Pablo Escobar, en 1980, y que tras su muerte fueron dejados en libertad, asegura en un reporte la Universidad Nacional.
Enrique Zerda Ordóñez, magíster en Conducta Animal y docente del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), propone castrar en cambio de sacrificarlos tal como lo plantó en su momento la ex directora del Instituto Humboldt, Brigitte Baptiste.
“Pienso que son animales vivos que tienen el derecho a vivir. Fueron traídos de forma ilegal al país, entonces creo que la mejor solución es siempre la castración para evitar una mayor reproducción y no tanto la muerte, porque siempre pensamos que los problemas se solucionan matando. Debemos pensar en soluciones más humanas”, indicó.
Zerda aseguró, en diálogo con RCN Radio, que “si bien por ahora los hipopótamos no serían un problema para el ecosistema colombiano, si siguen aumentado a futuro serían un problema”.
Explicó que las heces fecales de los hipopótamos contaminan las aguas y “pueden ser una amenaza para la supervivencia de otras especies. Además, hay registros de la agresividad de estos animales, pero “en Colombia todavía no se registra ningún evento de agresividad”.
Y añade que, “aunque la esterilización se pueda considerar como una tarea difícil, es posible de lograr. Lo primero es ubicar a los animales, algo que, según el experto, puede ser difícil por su bajo número y porque están sumergidos en el agua, por lo cual se recomienda que este proceso se realice de noche, cuando los hipopótamos estén en la orilla del río; una vez identificados se les disparan tranquilizantes para poder realizar la castración.
