En su informe ‘Perspectivas económicas globales’, publicado este martes, el Banco Mundial reveló que prevé un crecimiento económico del 3,7 por ciento en América Latina y el Caribe para este año, mejorando su previsión anterior de un crecimiento del 2,8 por ciento para la región, muy golpeada por la pandemia de covid-19.
“Se espera que la actividad económica regional crezca un 3,7 por ciento en 2021, a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los principales productos básicos y mejoren las condiciones externas”, dijo el organismo multilateral.
Sus previsiones fueron menos optimistas frente al comportamiento de la economía global; de hecho, rebajó su previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial para este año de 4,2 por ciento a 4 por ciento, al considerar que las perspectivas son “altamente inciertas” ante los nuevos contagios de covid-19 y las recién iniciadas campañas de vacunación.
El informe estima, además, un crecimiento de la economía colombiana para este año de un 4,9 por ciento, lo cual la pone por encima del 3,7 por ciento latinoamericano y del 4 por ciento global.
El país que tendrá, de acuerdo con el BM, el crecimiento más notable en la región es Perú, con un 7,6 por ciento; este fuerte rebote se explica también por el hecho de que se economía fue una de las que más cayó el año pasado.
CRECIMIENTO DE AMÉRICA LATINA “SERÁ MUY LEVE”
Con respecto a la región, el organismo multilateral recalcó que la recuperación, que llegará luego de una década de crecimiento lento, “será muy leve”. Y advirtió que un escenario negativo, con retrasos en la distribución de la vacuna contra el covid-19 y efectos económicos secundarios, podría reducir el incremento del PIB a 1,9 por ciento.
“El panorama presenta riesgos adversos”, señaló. Según las previsiones del Banco Mundial, varios factores podrían hacer disminuir el ritmo de actividad. Mencionó, entre ellos, “la imposibilidad de contener la pandemia, problemas relacionados con la deuda y el financiamiento externo, el resurgimiento de tensiones sociales, daños económicos ocasionados por la pandemia cuya gravedad no se previó y perturbaciones relacionadas con el cambio climático y los desastres naturales”.
