Por Hernando Fernández de Castro Dangond
En Colombia la palabra que más uso tiene en los medios es polarización, la utilizan todos los días para tratar de entender y explicar los hechos de violencia que acontecen en nuestra sociedad a diario. Culpan de este fenómeno a diferentes personalidades de la vida política, social y económica, o sea, según muchos periodistas, los responsables son otros, sin detenerse a reflexionar que han hecho ellos para incrementar y desarrollar este sentimiento de odio, animadversión o antipatía que alimentan con sus comentarios en la radio, columnas o glosas contra todo aquel que no piensa o actúa como ellos creen que debe hacerlo.
No es sino mirar lo que ha ocurrido últimamente en algunos medios de comunicación, donde ha habido desbandada de opinadores, locutores, presentadores y presentadoras e incluso directores y directoras de programas noticiosos y medios de comunicación escritos, de la televisión y la radio, emigrando algunos y llegando a otros medios, dejando sus antiguas casas periodísticas por diferentes razones y en oportunidades en precarias condiciones económicas producto de sus actitudes pendencieras y polémicas, basadas en posiciones ideológicas personales que llevaron a sus oyentes o lectores al aburrimiento de escuchar o leer siempre ataques con razón o sin ella, pero casi nunca una propuesta proactiva en beneficio de la sociedad.
Parece que los intereses personales han prevalecido ante la responsabilidad del periodismo, que no es otra cosa que actuar con ética o como dice Josep Puigbó “ Los hechos son sagrados, las opiniones son libres…….. Es necesario que el lector, oyente o telespectador, disponga de herramientas suficientes como para saber discernir cuando un periodista informa (que describe y contextualiza) de cuando opina (que da su opinión) y es que hoy la frontera no está tan clara. Quizá lo es más en la prensa donde queda pautada la diferencia entre una noticia y una columna.”
Parece que el periodista y escritor español citado, estuviese describiendo a muchos periodistas y columnista colombianos que en sus frases cotidianas que viajan por las ondas de la radio, destilan odio en contra de muchas personalidades de la vida política, económica e incluso social del país, en forma casi que irresponsable sembrando el odio, pasando por encima de la responsabilidad social que tienen para con Colombia, con los medios donde trabajan y con ellos mismos.
Igualmente dice Puigbó “Junto a la ética y la honestidad del periodista, debe haber también en paralelo, la honestidad y la ética de la empresa, sea pública o privada. Cuando esta en forma deliberada, toma partido por determinados intereses, políticos o económicos, se está perdiendo esta garantía fundamental del buen periodismo que se llama credibilidad. El engaño, entonces, consiste en dar continuamente lecciones de independencia a los demás, mientras se elaboran portadas de escándalo que son verdaderos editoriales a favor de unos y en contra de los demás.”
El periodismo ha caído en la mercantilización de la noticia y al respecto dice el autor citado lo siguiente: “Algunas de las grandes corporaciones de medios, desde la perspectiva empresarial, consideran la información como una mercancía. Son conscientes de que hacen un servicio que es público, pero también tienen presente -como debe ser- que son una industria que tiene que ser económicamente rentable para continuar funcionando”.
Por lo anteriormente descrito, hoy los medios pertenecen a conglomerados económicos que les exigen a sus periodistas que produzca actividades que generen ingresos, rentabilidad, lo cual se logra con una mayor audiencia o lectores, que cada día sea creciente, pues esto, es lo que genera dinero a través de la venta de publicidad, llevando a que los periodistas pierdan el rumbo de la responsabilidad social y muten al interés económico, pues su medio de subsistencia, es su profesión. Esto está ocurriendo en el mundo y Colombia no es la excepción.
El periodismo parece estar pasando por una grave crisis de valores tradicionales, así lo afirma la autora Lic Silvia Vizcarra que también dice “ El estudio de estos valores, de su esencia, obligatoriedad y validez para todos los hombres, es lo que conocemos como ética “ es la ciencia de los valores morales y de su realización por obra de los hombres”
El ejercicio del periodismo debe estar ceñido a la ética, con base en valores como la verdad, el bien común, la responsabilidad con lo que se dice, el alejamiento del odio o de intereses políticos o económicos ocultos, esto no quiere decir que no se puede tener un medio periodístico rentable o ejercer el periodismo como fuente de ingresos, solo que se debe hacer con responsabilidad, si se informa se debe ser veraz, sin distorsionar la noticia y si se opina. la honestidad tiene que ser el faro del comentario y no esconderse tras el ropaje de columnista independiente para satisfacer egos o interés particulares de cualquier naturaleza.
El periodismo es una linda profesión y soporte de las democracias, la libertad de opinión no puede ser fuente de polarización ni de fracturas sociales. Si el periodista tiene una tendencia política debe ser honesto y decirla para que oyente, lectores o telespectadores sepan a que atenerse.
