“… Por eso hoy, Sergio Fajardo no representa el centro político del país, sim embargo, sí en la colectividad del Partido Alianza Verde.”
Por Pedro David Tobías
Desde unas semanas para acá, la discusión de muchos líderes y analistas políticos nacionales, ha sido la dicotomía de la existencia del centro como un espectro político e ideológico. Resultado de la creciente polarización por las elecciones presidenciales de 2022, que cada semana recibe un nuevo precandidato, el último es Tomás Uribe que se suma a Alexánder López, Sergio Fajardo, Gustavo Petro, Jorge Robledo, Rodolfo Hernández, Roy Barreras, Iván Marulanda, Francia Márquez y los tapados como Carlos Holmes Trujillo, Alex Char, entre muchos más.
La carrera por la casa de Nariño, ya arrancó, pero volviendo al tema principal – la existencia del centro político en Colombia – estoy plenamente convencido que el centro SÍ EXISTE. Es el resultado de la suma de errores, fracasos y desesperanza que han generado los polos ideológicos a lo largo de la historia. Su posición alejada de ambos no es ambigua ni tibia, es más conciliadora, constructiva y abierta a los cambios que el país necesita.
El centro permite la polifonía de ideas y desde ellas la construcción de un modelo de desarrollo y gestión público-privada, orientada a mejorar las condiciones de vida de todos, el acceso a los derechos básicos, la defensa y cumplimiento de los acuerdos de Paz del Teatro Colón, la protección del medio ambiente, el desarrollo de la economía y la generación de empleo digno.
Desde el centro se construye desde las diferencias, se valora lo logrado por los demás y se critica sus desaciertos, pues no es estacionario, totalitario y dogmático como los polos que lo rodean. Por eso hoy, Sergio Fajardo no representa el centro político del país, sin embargo, sí en la colectividad del Partido Alianza Verde.
Es necesario entender que el fajardismo, es una corriente más situada en el centro, que logró un gran resultado en 2018 gracias a la suma del verde, liderado por la hoy alcaldesa de Bogotá, de académicos como Rodrigo Uprimny, Julián de Zubiria, entre muchos; y sin duda alguna por los miles de colombianos anti-polarización que votaron en contra de Petro y Uribe.
Como elector de Fajardo en 2018, puedo aseverar que sus decisiones y posturas siguen siendo las del país que dejaba Juan Manuel Santos; hoy ya son anacrónicas y rayadas en el dogmatismo mesiánico de que solo él podrá cambiar el país y por ende ser elegido. Lastimosamente el centro es cambiante, pues el país no ha dejado de cambiar en estos dos años, y hoy el centro requiere de un liderazgo firme, que entienda la realidad del país y con el carácter de tomar la decisión correcta, si en el peor de los casos no llegara a pasar a segunda vuelta.
El centro es el reflejo de las necesidades políticas que exige el país, y la clave para ganar en 2022.
Nota: En el Magdalena aún no hay centro, y la necesidad es mayor, pues la polarización del 2022 y 2023 será más intensa. Y estoy convencido, que es tiempo de empezar a forjarla.
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