Este foro fue liderado desde el Centro para la Regionalización de la Educación y las Oportunidades -CREO-, la Facultad de Ciencias de la Educación, el Programa Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y el Comité de Prácticas como parte de las actividades pedagógica y educativa del programa de Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades Lengua Castellana, cuya intención se centró en reafirmar la importancia de los estudiantes, destacando los procesos de formación que permitan la interacción en las aulas, cada que sea posible, propiciando acciones de inclusión.
“Cuando hablamos de diversidad e inclusión, se trata de que todos entendamos que los seres humanos somos por naturaleza diversos, pero no por eso merecemos ser excluidos de ningún escenario, entonces surgen dos conceptos adicionales uno es la inclusión educativa y el otro es la inclusión social, entonces por qué tenemos que asumir la inclusión educativa, porque desde las instituciones donde se forman individuos, trabajamos la inclusión, entonces estamos sembrando un escenario de inclusión social, donde todos nos respetamos, aceptamos y todos comprendamos que cada uno tiene potencias y características especiales” afirmó el licenciado magíster José Pacheco Ricaurte, Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Magdalena.
Durante la jornada en la que participaron como panelistas invitadas, expertas profesionales en el área de la psicología y la educación, se disertó sobre temáticas como: ‘Inclusión, desafíos y oportunidades’ a cargo de la doctora Soraya Lewis Harb, coordinadora Especialización Trastornos cognoscitivos y del aprendizaje y docente de los programas de Psicología y Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad del Norte.
En su temática se centró en afirmar que los gobiernos y los sistemas educativos inclusivos deben adoptar medidas para reconocer y atender las diversas necesidades de los estudiantes, adaptarse a los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje y garantizar una educación de calidad para todos por medios adecuados, disposiciones organizativas, estrategias pedagógicas, métodos de evaluación, una utilización equitativa de los recursos y el establecimiento de alianzas con sus comunidades.
“Se deben seguir aunando esfuerzos para promover una educación de calidad para todos, que produzca transformación en los sistemas educativos necesarios para traducir la promesa de la política pública en la práctica como una realidad”, puntualizó la psicóloga Soraya Lewis Harb.
A su turno la psicóloga magíster Soraya Avendaño, tutora del programa ‘Todos a Aprender’ del Ministerio de Educación Nacional, durante su participación se centró en explicar que un entorno de aprendizaje inclusivo y adaptado a las necesidades de los estudiantes debe ser física y emocionalmente seguro y psicológicamente propicio. Debe facilitar el aprendizaje y fomentar las habilidades psicosociales y socioemocionales de ellos, como la autoestima, la empatía y la resiliencia. Un entorno de este tipo ayudará a los niños a desarrollar ideas positivas de siì mismos y de los demás, y prepará el terreno para la introducción de actividades sobre la diversidad y la creación de comunidades justas e inclusivas.
“La Universidad del Magdalena es una de las instituciones en la región que se ha preocupado en el tema de inclusión, teniendo en cuenta que en su oferta educativa, tiene varias licenciaturas y esto los hace formadores de formadores, con la gran responsabilidad de egresar a profesionales con habilidades muy detallas que lleven a desarrollar procesos de formación que favorezcan el desarrollo de prácticas pedagógicas y así promuevan habilidades sociales y emocionales en sus estudiantes con un enfoque pedagógico y efectivo en grupos heterogéneos”, indicó la Psicóloga Magister Soraya Avendaño Ariza.
La actividad educativa también contó con la ponencia de la ingeniera educativa magíster Sandra Belmonte, con la temática ‘La Evaluación en la Diversidad’, quien expresó en su discurso académico que los niños deben aprender juntos, siempre que sea posible, haciendo caso omiso de sus dificultades y diferencias. Las escuelas integradoras deben reconocer las diferentes necesidades de sus alumnos y responder a ellas. Desde entonces, el concepto de inclusión se ha ampliado, enfatizando la necesidad de llegar a todos los alumnos, bajo el supuesto de que cada alumno es igual de importante y tiene derecho a recibir oportunidades educativas relevantes, equitativas y efectivas”.
Por su parte, Wilfrido Villa Pertuz, estudiante de octavo semestre del Programa Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades Lengua Castellana, indicó: “para nosotros como docente en formación es muy importante que la Universidad nos brinde estos espacios, porque necesitamos tener las herramientas para poder desempeñarnos en el ejercicio laboral y estas temáticas son realmente oportunas”.
