La preparación de Colombia para la vacuna contra el covid-19

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El ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, explicó cómo se está preparando el país ante la llegada de la eventual vacuna contra el covid-19, en debate de control político realizado esta mañana en la Comisión Séptima del Senado de la República.

“Este tema está todavía muy en construcción, de manera que lo que se está dando acá es una actualización de cómo se encuentra la estrategia actual de vacunación para el covid-19 en Colombia”, señaló.

Su intervención se dividió en tres grandes temáticas en las que abordó el panorama mundial y la situación actual en el país.

Situación y avances a nivel mundial

El jefe de la cartera de saludo dijo que existen desarrollos diferenciados de vacunas. “En el caso del covid-19 hay cuatro tipos de vacunas que se han venido desarrollando entre los más de 100 proyectos vigentes y que responden a diferentes tipos”.

Esos cuatro tipos son:

  • Vacunas con virus vivo atenuado, que no puede usarse en todas las poblaciones.
  • Vacunas inactivadas, similar a la de la influenza.
  • Vacunas de proteínas virales, catalogadas como más seguras, por ejemplo, la de la Hepatitis B.
  • Vacunas de vectores virales, que son las desarrollo más innovador y reciente, como la del ébola y dengue.

El ministro también señaló que en la creación de vacunas existen muchos riesgos, incertidumbre y fracaso. Menos del 10% de los proyectos que inicia su desarrollo, finalmente logra tener una eficacia, factor fundamental bajo el cual se miden las vacunas.

Añadió que esta medición se basa en qué tan segura es, al identificar los efectos adversos, y la eficacia, con la que evalúa qué tanta inmunidad genera y la permanencia de esa inmunidad.

“La eficacia de las vacunas del covid-19 aún no se conoce, pero lo que se esperaría como mínimo es que tengamos al menos un 50% de eficacia, con un límite inferior de intervalo de confianza del 30%”, indicó.

Actualmente hay 93% de intentos fallidos y aún no existe una vacuna totalmente desarrollada, terminada la fase tres, en la que se puede establecer un nivel de confiabilidad suficiente para poder ser aplicada a la comunidad.

Los desarrollos que están vigente están en fase 1, de prueba de seguridad y dosis, 29; en fase 2, primeros ensayos de seguridad, 14; y en fase 3, eficacia a gran escala, 11. De este último grupo, cinco están aprobadas para uso de emergencia en algunos países.

Ruta de acceso

Esta ruta parte de la definición de una política pública para implantar una vacunación que se completa en un programa, que para el caso de Colombia es el Programa Ampliado de Inmunización – PAI.

La segunda etapa es la planeación operativa para la vacunación. La tercera, la adquisición; cuarto, distribución; quinto, aplicación del biológico; sexto, seguimiento y evaluación; y séptimo, apoyo tecnológico.

“Seguramente tendremos que llegar a procesos de uso de regulación específica de emergencia para el acceso a las vacunas, para hacer muchos de estos trámites más expeditos”, manifestó Ruiz Gómez.

Afirmó que Colombia siempre ha sido un comprador de vacunas centralizadas a través del Fondo Rotatorio de Vacunas de la OPS, el mayor comprador, con un proceso logístico para aplicar más de 40 millones de biológicos al año, administradas a través de una infraestructura vigente que cuenta con una bodega con capacidad para almacenar 15 millones de dosis, que permite tener tranquilidad en todo el proceso logístico; además de otras bodegas en diferentes ciudades del país.

Para la distribución de la vacuna del covid-19 se aplicarían los criterios técnicos de acuerdo con la asignación de vacunas por entidades territoriales y departamentales con un mecanismo de transporte y recursos tecnológicos similares a los del PAI.

“Podemos dar un parte de absoluta tranquilidad. El Gobierno y el Estado colombiano, a través del Ministerio de Salud, cuenta con una infraestructura totalmente sólida y capaz para poder soportar los procesos de vacunación que sean necesarios”, afirmó el ministro.

Añadió que se está trabajando un plan específico de ampliación dentro del mismo PAI y que Colombia no necesita crear un programa paralelo para atender el tema de vacunación del covid-19, porque ya todo está en el programa existente.

Institucionalidad en Colombia

Ruiz Gómez explicó que dada la situación tan particular que genera la vacunación contra el covid-19 se estructuró una institucionalidad de soporte para el acompañamiento técnico de la adquisición de vacunas.

En primer lugar, se consolidó el comité asesor del Ministerio bajo Resolución 1270 de 2020, con el cual se integró todo el aparato del Estado y otras instancias académicas para poder tener un mejor acompañamiento en la toma de decisiones sobre las vacunas.

También, como no es solo un proceso sanitario, sino que involucra otros temas, se definió con el Decreto 1259 de 2020 y la Resolución 1628 de 2020, generar una instancia de coordinación y asesoría compuesta además por el Ministerio de Hacienda, el DNP, Invima, Instituto Nacional de Salud, ASCOFAME, Asociación Colombiana de Infectología, entre otros; así como invitados necesarios para garantizar una buena toma de decisiones complejas, como la Procuraduría, Contraloría y Defensoría del Pueblo.

El jefe de la cartera de Salud indicó que se busca “lograr acceso a vacunas eficaces lo más temprano posible, al menor costo posible, y al mayor número de la población”, explicando que, bajo condiciones de eficacia, porque Colombia no está en una carrera por ser la primera en aplicar una vacuna, sino por tener aplicación de biológicos a la población priorizada con comprobada eficacia.

Dentro de los principales objetivos está inmunizar a las personas de alto riesgo, orientado a reducir la mortalidad, como el personal de salud, mayores de 60 años y personas con enfermedades crónicas, lo que equivale a 14 millones de personas.

Asimismo, inmunizar a la población económicamente activa para generar inmunidad de rebaño, que permita generar actividades sociales y económicas con la mayor tranquilidad posible. Pero anotó que aún hay inquietudes sobre la inmunidad que genera la enfermedad y la propia vacuna.

De igual manera, inmunizar a poblaciones migrantes que no tengan acceso a seguridad social, con apoyo a nivel internacional, y quienes sí cuenten con cobertura tendrán el mismo trato que los demás colombianos.

El ministro de Salud explicó las dos formas de acceder a la vacuna: el mecanismo COVAX, que es multilateral de acceso equitativo, y las negociaciones directas frente a cada laboratorio productor de vacuna.

COVAX ofrece varias ventajas y minimiza los riesgos. En su primera ronda cubriría máximo el 20% de la población de cada país y se dará el biológico en dosis secuenciales al 3% de la población, a partir del segundo semestre de 2021.

En cuanto a las compras bilaterales, si bien son más rápidas, de acuerdo con la negociación, los riesgos son más altos al no conocer la efectividad de la vacuna y que se exige un pago anticipado, que, en caso de no ser efectiva, conllevaría a un detrimento patrimonial.

Adicional, Colombia decidió optar por el máximo del cupo en COVAX que es el 20% de la población colombiana, algo más de 10 millones de personas. Hasta ahora, la mayoría de los procesos de desarrollo han planteado que se requieren dos dosis.

El precio final de las vacunas se liquidará de acuerdo con la vacuna recibida. El país adquirió un compromiso de 213 millones de dólares que ya fueron garantizados por el Ministerio de Hacienda, ratificando la capacidad de Colombia para pagar las vacunas, con un compromiso claro de país de adquirir y distribuirla de manera gratuita a la población.

Ruiz Gómez recalcó que existe incertidumbre sobre la vacuna, precio, eficacia, naturaleza, dosis, y que esa información se irá perfeccionando en el transcurso del año, hasta la primera mitad de 2021.

“Tenemos evidencia de que la vacuna no es la única estrategia. Existen otros medicamentos que han ido mostrando evidencia de eficacia, entre ellos la dexametasona; de manera que la expectativa no solo debe estar alrededor de la vacuna, sino también alrededor de la posibilidad de desarrollo de medicamentos que se está avanzando en el mundo”, aseguró.

El ministro fue enfático en que la vacunación no es el cierre completo, que se tendrá que continuar con el distanciamiento, la higiene y el uso del tapabocas, además del programa PRASS. La combinación de estrategias es esencial para tener un resultado efectivo final frente al covid-19.

Explicó también que el seguimiento a voluntarios de los estudios clínicos de las pruebas lo hace el Invima, además de encargarse de la autorización de este.

“Colombia no aprobaría de ninguna forma ningún proceso de desarrollo que no tenga los respectivos estándares internacionales en temas de vacunación”, concluyó.

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