“La Montaña Sagrada”.. 5ª parte. “Las Ruedas del Tiempo”. “La línea Negra”, continuación..

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Por Rafael Gómez LLinas

Maravillado con el prodigio, el capitán D´Saint Chezcótt olvida persignarse. La base de la montaña se había iluminado en plena noche como si fuera el día más claro de todos los días, pero solo lo era en la base, mientras instante a instante, la línea de la luz se iba convirtiendo en un domo multicolor que concluía en un punto, en el más alto aún oculto por nubes de oscuridad gris, en pleno centro de la montaña..

El anciano Mamo Tayrona aparecido en cubierta, le explica al capitán y a toda la marinería,  la saga de la Montaña Sagrada y, con cada rayo de luz que parte de la línea de luz negra, les transmite la relación de cada especie o sentimiento surgido en la Sierra Nevada con esos lugares, les hace ver los mundos, universos y pueblos que habitan debajo de la montaña, los transporta desde este centro, desde este punto, hasta las estrellas más alejadas. Basta solo pensarlo y puede observar, al tiempo, su nacimiento y su primera muerte..

El capitán Chezcótt se siente pasando una y otra vez por una membrana viscosa, oye un ruido, un latido universal, un par de pulsos sistémicos, individuales, pero conectados uno con otro, en y con una inmensa red universal. Al fondo, se percibe a sí mismo, en el fondo del universo, caliente vientre, mientras a lo alto una estela de luces se entrelaza miles de veces dentro de ella, en un interminable carrusel donde se registran los colores  nunca vistos. Ahora se ve mas allá de la tridimensionalidad y del tiempo, en el centro de la montaña, arriba, abajo, fuera y adentro. Cada pulso lo estrella con miles de recuerdos y se siente una partícula minúscula de la inmensa danza de luces. Nace, muere, vuelve a nacer y vuelve a morir. Se asusta, pero siente la tranquilidad de un silencio musical..

Alcanza a recordar, en el borde, antes de los inmensos vacíos de los límites del universo, unos extraños dibujos que no se le borrarían jamás de la mente.

Más allá, solo el luminoso camino entre las soledades exteriores y el mundo que volvía a comenzar. El principio del final, el término de lo comenzado. “LA VÍA QUE NO CONDUCE A NINGUNA PARTE, PORQUE SOLO CONDUCE HACIA DENTRO Y DESDE DENTRO, PUES AFUERA NO EXISTE, Y TODO ESTÁ DENTRO DE LA CABEZA”, según le dice con sus propias palabras y con certeza el anciano Mamo Tayrona..

Las luces van llegado entonces a su plenitud y se vislumbra la “Montaña Sagrada” como a plena luz del día, en la mitad de un arco iris circular que dibuja no solo sus siete colores, si no, las trescientas sesenta mil variaciones de su esfera. Se siente desde allí un llamado, un latido misterioso, con el mismo sonido de sus primeros colores y dolores… Una lagrima de recuerdo a su madre, y  un misterioso sentimiento de calor, sabor, alimento y paz espiritual..

El anciano Mamo explica la saga de la creación del mundo. La creación de Seinekun. El papel de la Sierra Nevada como Corazón del Mundo, del universo, la situación y condiciones del cuerpo vivo del planeta, la vida como un esfuerzo de optimismo de las especies, sobre una roca inerte de materia sólida..

La Sierra Nevada de Santa Marta tiene entonces para la civilización indígena, un carácter sagrado. La perciben como un cuerpo vivo donde cada uno de los elementos de la naturaleza es parte vital de la cultura indígena y de su relación armónica con el medio. Es el corazón y centro del mundo, y por medio de un permanente cuidado, los Mamos garantizan su equilibrio. Desde allí observan los astros, el desplazamiento del sol entre los solsticios, el año nuevo de las culturas de la Sierra Nevada coincide con el solsticio de verano, y los movimientos de la luna para determinar las claves que deben orientar el comportamiento de los seres humanos y las especies de la Sierra Nevada..

El Mamo relata el conocimiento astronómico, científico, obtenido por los  pueblos de la Sierra Nevada y compendiado, intacto, en varios siglos de tradición oral. Allí se describe el calendario indígena, sus meses y días, el nombre indígena de las constelaciones, los registros del movimiento de las mismas, que informan, también, de la antigüedad de la tradición..

 

El capitán D’Saint Chezcott, desconcertado registra con asombro, la coincidencia entre el modelo del universo concebido por la física teórica y la cuántica, y la tradición indígena acerca de la construcción del universo, su expansión y contracción a partir de una “respiración”, una serie de aspiros y expiros entretejidos por virtud de las dos fuerzas que construyen el Universo: Serankua, la materia, la energía positiva, como el padre. Y Seukukui la energía negativa, símil de la “Energía Oscura Fría”, albergada en el gran espacio sideral como la madre, en un proceso ininterrumpido que continúa realizándose de manera permanente y que ellos sintetizan en el proceso de tejido de las “Tutus”, sus mochilas, a partir de un solo punto, vacío, de radio cero e inexistente… Concepto este que supera sin contradecir en lo más mínimo a Stephen W. Hawking y su formulación de la creación del Universo, a partir de la nada y de la no existencia, de la no necesidad de Dios para eso, en cuanto a que acá en la tradición de los Hermanos Mayores, no obstante ser cierto que surge de la nada, el universo tiene una finalidad y fue el resultado de un acto deliberado y consciente de las fuerzas creadoras, o mejor de “quien” intenciona a esas fuerzas creadoras, paradójicamente fuera, pero dentro al mismo tiempo de ese campo en la nada, tal como esta descrito en su bello concepto de ALUNA, y en consecuencia, es inteligente, está vivo,  piensa y sus componentes son sujetos, incluso, de libre albedrío…

En el relato los ancianos Mamos, deciden explicarle al capitán la forma de cuidar a la madre tierra, de proteger la “Montaña Sagrada”. Lo llevaran junto con Radha(1) una extraña mujer acompañante aparecida de la nada en el puente de mando y toda la tripulación, dentro de un jardín que brota en medio de la exuberancia de la “Tierra Sagrada” y allí, una por una, le explican cada una de las primeras trescientas sesenta especies de plantas.. Les muestran y explican también, la correspondencia y similitud de la “Línea Negra” que confina al gran círculo de pensamiento que rodea toda la Sierra Nevada, con el circulo de piedras que rodea la Tierra Sagrada… con los hilos de algodón anudado alrededor de las muñecas para hacer aseguranzas y su “pequeña cuenta” que lo individualiza y califica con la intención del pensamiento del Mamo,  igual como lo hace holísticamente Katiu Morou, el Morro de la bahía de Santa Marta, el llamado Meridiano Cero, o “pequeña cuenta” del gran circulo de pensamiento del “Corazón del Mundo”: Cierran todos ellos un poderoso campo en donde se concentra igual, toda la energía del Universo,…y por lo tanto, protegen.. 

También les mostrarían una visión que versa sobre ellos mismos, y en el “Mapa Trenzado”(2) de otra realidad abierto allí, se veía un nuevo doblez de la  visión en donde él mismo, el Mamo Serankua(3), sereno, observaba sentado en su sillar de piedra al grupo de viajeros de la expedición invasora con su mirada  puesta en otro tiempo. Y en ese otro pliegue de la realidad, en ese intersticio de tiempo abierto dentro de ese otro tiempo, todos verían claramente al Mamo Menjabin(4) rondando y rondando. Serio, imponente. Se le veía como,  con un manojo de hojas de frailejón encendidas hacia figuras en el aire, y sin dejar de mirar al Mamo Seukukui(5), quien a su vez se disponía a ponerle a todos los viajeros las “aseguranzas”, en voz alta les dijo: Hermanos, están recibiendo ustedes una de las protecciones más poderosas del universo: … Así como los pensamientos armoniosos que surgen de la conciencia en y con un pequeñísimo destello y se expanden desde ella en forma circular y nacen a la realidad…

… Así como el gran círculo de pensamiento y de pagamentos que se expandió de la nada desde esta nevada, y circunda y le da vida a todo lo creado al interior de este, el “Corazón del Mundo…

… Así como la “Línea Negra”, ese gigantesco circulo de energía que encierra  en ese pensamiento como un útero materno todo el mundo de los hermanos mayores…

… Y así como el círculo de la muralla de piedras que encierra toda esta “Tierra Sagrada”, también estos pequeños círculos de hilo enlazados en una pequeña cuenta que se han anudado en sus muñecas, cumplen al igual que ellos, la misma función. La misma misión. Son lo mismo. Son confinamientos holísticos de la energía. De toda la energía del universo. Son campos cerrados de energía para concentrar todas las posibilidades de él y recrear allí, un pequeño universo. Para proteger y crear…

 

… La aseguranza de la mano izquierda protege al pensamiento, a los sueños, a la intención… Y la de la mano derecha protege la realización y concreción de esos sueños. A la realización de esas intenciones. Cuida y protege a  la acción.  Se le oyó decir con voz fuerte al Mamo Menjabin.. 

Ahora el anciano, el Mamo Serankua, no está solo. Muchos, muchos más, así como aparecieron el Mamo Seukukui y el Mamo Menjabin, van llegando, y con ellos, están contando y mostrando cada uno de ellos sus enseñanzas. El capitán D´Saint Chezcótt no está seguro, cree haber contado doscientos setenta, pero también tiene la certeza que son trecientos sesenta, o trescientos sesenta mil… Cada uno de ellos parecen estar unidos o surgir de los puntos del círculo de luz negra, de la “Línea Negra”, caminando por los hilos de plata y de oro que unen la cabeza de una anciana como la esfera de colores de la Nevada, divisándose sus cuatro caras prefectas,… esas, las de sus cuatro etnias: Arhuacos, Koguis, Wiwas, Kankuamos..

 

“SOMOS LOS PUEBLOS DE LA MONTAÑA SAGRADA. SOMOS LOS HERMANOS MAYORES DE TUS RECUERDOS DE NIÑO… SOMOS LOS PRIMEROS HIJOS”, le dice el anciano cuya visita no le producen ya susto, sino  mucha paz, dentro de sí..

Él anciano Mamo Tayrona entonces, les cuenta la saga de los Mamos y Atis de la Montaña Sagrada, les explica la raíz de su conocimiento y su misión de custodiar al corazón del mundo… Divisa y les muestra miles de generaciones, desde cuando Mamo Francisco Garavito aun esperaba su primer nacimiento, dedicadas al cuidado de la madre y del mundo, y se les ve tocar los hilos de luz, acariciar la esfera del arcoíris, abrir y cerrar las distancias con solo acercarse a otro hilo, y al instante, estar en su extremo mas alejado, navegar entre las corrientes de aves y de flores, oír los colores, ver los sonidos, y por mandato expreso de la Ley de Origen, ser desde siempre, y para siempre, los “Custodios del Corazón del Mundo”…

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Continuara..

Santa Marta, Corazón del Mundo, 196 días después del confinamiento..

(1).- Radha: Nombre del ser interno de Marcela. H. V.  Sin duda, una viajera inter dimensional de las estrellas…

(2).- Mapa Trenzado: Tejido vibracional del espacio-tiempo en el universo según la cosmogonía de los Hermanos Mayores. Tal como lo concibe también la física teórica en la teoría general de la relatividad de Einstein: Un gran tejido de energía afectado por la gravedad, que determina el espacio-tiempo, igual los Mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta, lo conciben como un Mapa Trenzado, un gran tejido de energía: El tejido de la gran mochila del Universo..

(3).-Mamo Serankua: Juan Marcos Pérez: Mamo de la luz. Representaba las fuerzas positivas. Ya fallecido.

(4).- Mamo Menjabin: Luis Guillermo Izquierdo: Hombre medicina. Mamo regente el Jardín Botánico de Busintana y de la Kankurua de Arumuke..

(5).- Mamo Seukukui: Norberto Torres: Mamo de la oscuridad. Representa la polaridad negativa. Uno de los regentes de la Kankurua de Makuoro..

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