El primer ministro británico Boris Johnson está contemplando la posibilidad de aplicar un segundo confinamiento nacional, mientras la aceleración del brote de coronavirus amenaza con destruir cualquier intento de recuperación económica y devolver a millones de personas al aislamiento.
Reino Unido ya tiene el mayor número oficial de muertes por COVID-19 en Europa —y el quinto más grande del mundo—, mientras está tomando cantidades récord del mercado para inyectar liquidez a la deteriorada economía.
Sin embargo, los nuevos casos de COVID-19 están aumentando en al menos 6.000 por día en Reino Unido, según datos de hace una semana, las admisiones en los hospitales se duplican cada ocho días, y el sistema de pruebas está fallando.
“La tendencia en el Reino Unido va en la dirección equivocada y estamos en un punto crítico de la pandemia”, dirá Chris Whitty, el principal responsable médico del Gobierno, según el texto del discurso que ofrecerá a los medios en una conferencia de prensa a las 1000 GMT del lunes.
“Estamos mirando los datos para ver cómo manejar la propagación del virus antes de un período invernal muy difícil”, dirá Whitty junto con Patrick Vallance, el asesor científico jefe.
El secretario de transporte Grant Shapps dijo que el Reino Unido se encuentra en una coyuntura crítica, aunque en un eventual confinamiento se permitiría que las escuelas y las empresas sigan abiertas para que el país pueda pagar la crisis.
“Ciertamente estamos en un momento muy crítico esta mañana”, dijo Shapps a Sky. “Está claro que estamos a pocas semanas de lo que estamos viendo en otras partes de Europa”.
“Es muy importante que hagamos todo lo que podamos para hacer frente a esto”, dijo Shapps. “Escucharemos a otros, incluyendo al primer ministro, sobre los próximos pasos propuestos”.
El número oficial de muertes en el Reino Unido es de 41.777 personas.
