Por Rafael Gómez LLinas
La expedición invasora por fin avista las costas de la “Montaña de Luces”. El Capitán D´Saint Chezcott y el Comodoro Wilmer Al-Zaleal reunidos en el castillo de popa con los demás oficiales del puente, preocupados, temen al misterio de lo desconocido, la reiterada presencia de miles, de casi millones de luces que se mueven hacia uno y otro lado, que brincan, que saltan, que unas veces semejan figura de hombre o mujer y otras de bestia, de planta, de santo o de piedra. Las luces se mueven con mayor fuerza e intensidad, y el capitán, angustiado, trata de calmar a la tripulación que ve levantarse una circunferencia de luz alrededor de la montaña..
Lo más curioso se sabe navegando el mar, debajo de los cerros nevados a la altura de las arenas. Palpa estar al norte de una pirámide dibujada tenuemente por la situación y movimiento de las luces, pero la observa como si la viera desde arriba, hacia el lado del poniente. Temeroso de estar bajo el embrujo del demonio de la desobediencia, se persigna para dejarlo. Todo se apaga y se le aparece el extraño anciano de la noche anterior, mostrándole con la luz que brotaba de sus vestiduras el lugar exacto donde nacían miles de puntos de luz, cuya sucesión en forma circular, ya no despedía resplandor, sino una línea de luz neutra, una “Línea Negra”, tan visible, sin embargo como la otra..
‘’DE AQUÍ NO PODRÁS PASAR’’, les dijo el anciano Mamo, mientras el recuerdo vivo de la catástrofe de comienzos del siglo XXI volvía a aguijonear con dolor la mente del capitán. Un instante fue suficiente para recordar y ver en el porvenir, el exterminio del pueblo de la Montaña Sagrada a manos de grupos armados de los otros hermanitos, el deshielo de los cerros nevados, la desforestación, los desiertos provocados en las planicies, la contaminación de las aguas, el desorden del clima, el final… Habían huido antes que la montaña desapareciera súbitamente de su vista, y poco a poco comenzaron a recordar a la vieja ciudad desde donde salieran no hacia muchos meses y que, ahora, se les presentaba como ruinas antiquísimas. Después de esa arriesgada travesía por el océano, de haber mantenido la esperanza de encontrar un mundo nuevo, parecían no haber ido a ninguna parte. Misteriosamente parecieran haber llegado al mismo sitio de su partida y como si además, en su ausencia, una devastadora fuerza ciclónica hubiese acabado con todo, y la espesura, hubiese avanzado muchos siglos en esos pocos meses enmarañando los restos inertes de la ciudad viva de sus recuerdos, de la que habían zarpado esperanzados no hacía mucho tiempo..
Llevado de nuevo al mundo de la ‘’Montaña de Luces’’, el capitán observó con cuidado que desde la base de luz negra que circulaba la periferia de la montaña, se levantaban miles de hilos de luz, como de plata y de oro, pero con todos los colores del arco iris…
El anciano Mamo en tanto, describía el conocimiento científico de la civilización de la Sierra Nevada que le ha llevado a construir una geografía filológica, sociológica y cultural sobre las relaciones de interdependencia existentes en el macizo montañoso, compendiado en la leyenda de la “Línea Negra”, conjunto de puntos o lugares sagrados que definen el territorio histórico de los pueblos indígenas que la habitan..
La Línea Negra está formada por trescientos sesenta mil puntos que constituyen un perímetro cerrado alrededor de la Sierra Nevada de Santa Marta, cada uno de estos puntos tiene una relación geométrica, geográfica, biológica, sociológica, cultural y mítica con las formas de vida, los accidentes geográficos, el clima y los acontecimientos de todo esa región, a través de estos trescientos sesenta mil lugares. La Sierra se conecta así, con sí misma, con el resto del planeta y con el universo..
La civilización No-indígena tiene un vago conocimiento sobre el origen de la “Línea Negra” y su papel en el mundo indígena de todo ese vasto territorio. Según la tradición que heredaron de sus antiguos habitantes, las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta fueron creadas por los Padres y Madres para custodiar a la montaña sagrada y, con ella, también al mundo..
Cuando la tierra se formó, cuenta la saga, alrededor de la Sierra se delimitó un vasto territorio en forma circular cuyo centro eran las altas montañas y su perímetro llegaba hasta el mar, lugar primigenio donde a su vez se completaba el ciclo de las aguas de la vida. Allí era el territorio histórico, el lugar en donde podían habitar los hijos de la madre Seinekun, aprovechando los distintos pisos climáticos, reservando y cuidando las cabeceras y las desembocaduras de los ríos, los páramos, las lagunas y los sitios sagrados. Esa insistencia en el reclamo para el cuidado de esa intangibilidad los haría renacer culturalmente y el mundo pondría sus ojos en ellos: La no destrucción, el no uso por los no indígenas de un conjunto de lugares, entre los cuales se lograron identificar treinta y seis sitios principales, y de cuya enumeración, resulta una evocación poética:
. Katiw Morou (Morro de la bahía de Santa Marta) Meridiano cero. Inicio del giro del circulo de pensamiento del Corazón del Mundo..
. Java Singala ( bahía de Santa Marta a Ciénaga), Madre del Sokunu negro.
. Java Waxhakañi Shikaka (desembocadura del rio Frio a la del rio de Sevilla).
. Java Katakaiwman ( de la desembocadura del río Sevilla hasta la desembocadura del río Tucurinca), Madre de todo lo que existe en el mundo.
. Kwarewmun (desde el rio Tucurinca hasta Aracataca), Madre del barro.
. Seinewmun ( desde Aracataca hasta Fundación) Madre de la muerte de los seres.
. Mama Neyumun (rio Fundación hasta el rio Ariguaní), Madre Tierra.
. Ugeka (río Ariguaní hasta el Copey), pagamento para evitar la guerra.
. Miakun (desde el Copey hasta Bosconia), Madre de la fertilidad.
. Ku´rivva (desde Bosconia hasta Caracolí), Madre de los animales salvajes.
. Gunkanu ( Caracolí hasta Mariangola), Madre de los caminos espirituales.
. Gwi’kanu. (De Mariangola hasta llegar al pueblo de las Aguas Blancas) Pagamento para controlar las enfermedades.
. Kaaka (Aguas Blancas hasta Valencia de Jesús), Madre de pagamento para controlar la muerte.
. Ywangawai”. (De Valencia de Jesús a Valledupar)
. Ka´ssimuratu (Valle de Upar, Plaza Alfonso López), Madre del pagamento.
. Kichiaku (puente Salguero, sobre el rio Cesar), Puerta de las enfermedades.
. Karakui (Rio Cesar hasta llegar a Guacochi), Puerta curación de las enfermedades.
. Bukwanarwa (Rio Cesar arriba hasta llegar a Badillo), Madre de pagamento para controlar la llegada de las enfermedades.
. Bunkwa Nariwa ( Rio Badillo a los Atícos), Madre de los animales y del agua.
. Imakumuke (desde loa Atícos, en dirección a San Juan del Cesar), Madre del aire, de los relámpagos y de los truenos
. Jwiamuke (desde San Juan del Cesar a Fonseca), Madre de los huracanes y de la tempestad.
. Seamuke (desde Fonseca hasta Barrancas), Madre del pagamento de las enfermedades.
. Kukuzha (desde Barrancas hasta llegar a Hato nuevo), Madre de pagamento de todo animal o persona.
. Unkweka ( Hato nuevo hasta Cuestecitas), Madre de la savia del árbol.
. Java Shikaka (desde Cuestecitas, a la desembocadura del río Ranchería), Madre de todos los materiales del mar que se utilizan en los pagamentos.
. Jaxzak Luwen (desde Rio Ranchería en Riohacha hasta Camarones), Madre de las piedras de los matrimonios.
. Alaneia (desde Camarones hasta Punta de los remedios), Madre del sol.
. Zenizha (desde Punta de los Remedios a Dibulla), Madre de los alimentos que se producen en la Sierra.
. Jukulwa (desde La desembocadura del Río Cañas hasta el Cerro Jwazesshikaka), Madre de las Tumas
. Java Kumekun Shikaka (desde el Cerro jwazesshikaka hasta el Cerro Mixtendwe Lwen), Madre de los Bailes Ceremoniales.
. Java Mitasma (desde el Cerro Jate mixtendwe lwen hasta la desembocadura del rió Don Diego), Madre de las Palomas y las aves
. Java Mutanni (desde la desembocadura del río Buritaca, hasta la del río Guachaca), Madre de todos los animales cuadrúpedos
. Jate Telugama (desde la desembocadura del río Guachaca hasta llegar al Parque Tayrona), Madre del oro
. Java Nakumake ( Parque Tayrona hasta llegar a Chengue), Madre de la sal
. Java Julekun ( Chengue hasta la Bahía de Taganga), Madre del Zirichu.
. Java Nekun (bahías de Taganga y Santa Marta, en el puerto), Madre de las autoridades espirituales.
Y, entresacados entre cada uno de esos treinta y seis lugares sagrados, otros trescientos sesenta mil, completando una circunferencia que rodea al macizo montañoso desde los cuales se unen las fuerzas espirituales de todas las especies, accidentes, avatares y sucesos que acontecen en la Sierra Nevada de Santa Marta. La enormidad del saber científico, geográfico, biológico, se percibe cuando se observa que, entre uno y otro de esos 36 sitios sagrados existen otros nueve mil, los cuales van configurando un universo visual y conceptual que se liga con cada una de las partes de la Sierra, sus acontecimientos, flora, aguas, especies y mitos..
Todo esto se trata de una especie de catalogo geográfico, viviente y actuante, de la Sierra Nevada de Santa Marta, cuyas claves de nacimiento, vida y muerte se originan en esos puntos. Cada uno de ellos tiene un papel que jugar en el mantenimiento y desenvolvimiento de la vida en la montaña y, con ella, del resto del mundo, y todo lo que en esos lugares ocurra, afecta el conjunto del sistema montañoso. Desde esos lugares, aplicando las formulas precisas, “los pagamentos”, los Mamos de la Sierra activan los “campos de energía” que inciden sobre las actividades del tiempo, la naturaleza y del hombre.
“SON LOS PAGAMENTOS”, le explicó el anciano Mamo al capitán cuando, por primera vez este le miró a la cara y, sin mover los labios, ni articular sonido alguno, le lanzo la pregunta: “¿qué hacen ustedes?”. “CUIDAMOS AL CORAZON DEL MUNDO”, contestó el anciano Mamo Tayrona mientras le mostraba, nunca antes lo había hecho con extraños, la primera lección de quien quiere estudiar la sabiduría de la nevada: “A NOSOTROS NOS TOCA CUIDAR A TODO EL MUNDO”.
El anciano Mamo, describe entonces, el papel de los pagamentos, de la misión de cuidar la montaña. Midiendo cuidadosamente las palabras, pues sabe que la ciencia tradicional es peligrosa en manos de quien no ha purificado su corazón, señala la ceremonia de su cultura pero impide al capitán acercarse con una voz de mando irrefutable e incontrovertible: “DETENTE, AUN NO HAS NACIDO DE NUEVO’’.
Visualizándolo en los términos de la ciencia occidental, se le antojó vagamente al capitán, que esto sería como pensar en un gigantesco ordenador cuántico del cual depende la vida en la montaña, activado solo por el ‘’pagamento’’ preciso que se establece en la tradición oral de estos pueblos. Los “campos de energía” activados desde los lugares sagrados de la “Línea Negra” se unen en el centro y punto más alto de la montaña sagrada. Son los “cabellos blancos” de la madre Seinekun, que forman una hermosa esfera en la cosmovisión de los pueblos de la Nevada. De allí la insistencia de su cultura para la protección y cuidado de estos lugares: Tienen una misión precisa en el mantenimiento del equilibrio del macizo montañoso y, con él, del mundo.
Esta imagen de los cabellos blancos de la Madre Seinekun es otra de las formas más usadas por la civilización indígena para la representación mítica de su conocimiento científico, pues con la imagen de la Madre y con su cabellera logran representar esta curiosa mezcla de geografía, biología y física cuántica que implica la leyenda de la Línea Negra y su relación con la montaña pues esta es, como lo habíamos expresado anteriormente, nada más ni nada menos, que el “Corazón del Mundo”.
La “Línea Negra” es entonces una frontera viva, un campo holístico de concentración de energías, cerrado, que no solamente delimita el perímetro del Corazón del Mundo, sino que igual resuena en armonía con aquel muro de piedras circular que encierra la “Tierra Sagrada” de los hermanos mayores en donde habitan sus casas ceremoniales en forma de domo en su interior, con el hilo circular cerrado en las muñecas que usan para las aseguranzas, con el campo de energías, redondo, cerrado, del Tutusoma, con el desarrollo de ese “universo”, expansivo y concéntrico de la Tutu, y también, claro está, con el pensamiento armonioso, circular, esa onda gravitatoria pulsante, sistémica, que se expandió desde lo más alto la Sierra Nevada hasta esa Línea Negra, el límite en donde las aguas completan su ciclo, que como ya se dijo, no solamente se imaginó todo este mundo de aguas, de flores, de vida, de animales y gentes, sino que así lo dispuso..
“Todo está conectado”. ..Volvió a decir Américo Al- Zaleal el piloto de la Nao.. ¡”Hay que estar atentos, despiertos, en recuerdo de SI, para sentir y vivir esas sincronías”!.. Remató..
“Y todo se repite… Todo vuelve siempre al principio… Las Ruedas del Tiempo siempre giran completas y recorren una y otra vez, los mismos acontecimientos… Y el futuro, se hace siempre igual al pasado, reafirmando así el continuo presente.. y los tiempos, están grabados en su totalidad y desde siempre, en la gran sábana de la consciencia…Todo y todos, somos UNO”. Le replicó Aty Sarabi(1), la curandera de la Nao invasora..
Continuara..
Santa Marta, Corazón del Mundo, 194 días después del confinamiento…
(1).-Aty Sarabi: Que significa en lengua Ika: Señora del Sol. Nombre puesto por el Mamo Seukukui a María V. M. A. la curandera de la Nao invasora, en un bautizo tradicional de los hermanos mayores en el pozo “Guatemala” en las alturas de Nabusímake..
