Artistas y formadores de 22 municipios del Magdalena participan en el curso Danza Viva ‘Herramientas para el fortalecimiento pedagógico y artístico para formadores en el área de Danza’ del Ministerio de Cultura.
Las jornadas de capacitación iniciaron el pasado fin de semana, a través de plataformas virtuales, con el módulo de creación que incluye: identificación y reconocimiento de símbolos, glosario de la creación 1 y 2 y cuerpo sensible.
Los 40 beneficiarios de este proceso formativo fueron seleccionados teniendo en cuenta los requisitos establecidos por el Ministerio de Cultura, luego de que la Gobernación del Magdalena, a través de la Oficina de Cultura Departamental, realizó una convocatoria en la que se recibieron inscripciones de 165 artistas, formadores o cultores con experiencia en danza.
El equipo encargado de dirigir este programa nacional felicitó a la administración departamental por ser uno de los pocos entes territoriales que logró llegar a un gran número de municipios con este beneficio.
Asimismo, los cultores agradecieron a la Gobernación del Magdalena y el Ministerio de Cultura por la oportunidad de seguir formando a niños y jóvenes en todo el departamento.
“Quiero darle gracias a la Secretaría Departamental de Cultura por esta gran oportunidad que hoy nos brinda a todos los que trabajamos por la danza. La verdad es que la experiencia que he vivido ha sido muy motivadora, nos ayuda a fortalecer nuestros conocimientos sobre la danza”, afirmó Yohana Ospino, instructora de danza de San Sebastián de Buenavista.
El proceso formativo será certificado y consta de tres módulos teórico–prácticos que se desarrollan en 30 sesiones, cada una de dos horas. El módulo de pedagogía consta de 13 sesiones, el de creación de 13 sesiones y el de cultura de cuatro sesiones.
Danza Viva es un programa del Plan Nacional de Danza del Ministerio de Cultura que le apuesta a la cualificación de la formación, con la certeza que en la conjunción de la danza y la formación se crean escenarios educativos, éticos y estéticos que hacen del cuerpo un territorio para la construcción de nuevas formas del saber y el sentir humano y social.
