Por Rafael Gómez LLinas
La Sierra Nevada de Santa Marta es el Corazón del Mundo. Y todo lo existente hasta los limites de la Línea Negra, es un gran pensamiento circular que brotó como un pequeñísimo destello de la mente de Kaku Seránkua,(1) se expandió desde sus alturas silenciosas, desde su pico más alto, y en unión sagrada con los frescos aires y las ricas aguas maternas de ella, le dieron vida y permanencia a todo el mundo circundante..
Está ubicada cerca de la línea ecuatorial de Seinekun(2) y es la montaña cercana al océano más alta de ese planeta. La que reúne la mayor diversidad eco sistémica de los pisos térmicos en la zona tórrida y el mayor reservorio marino de lo que se conoce como mar Caribe. Se eleva desde las praderas submarinas de los acantilados de las llamadas ensenadas y bahías de Arrecife, Cabo de San Juan de Guía, Playa Brava, Palmarito, Guachaquita, Cinto, Neguanje, Chengue, Gairaca, Concha, Granate y Taganga hasta las nieves perpetuas y las lagunas de los Cerros de “Gonawindua” y “Arwawico”, llamados así, por los habitantes más antiguos, o pico Cristóbal Colon y Simón Bolívar por unos más recientes invasores, a través de miles de riachuelos y cuencas hidrográficas..
En ella se renueva, cada día, el milagro de la vida. Desde lo alto fluye el agua, fuente de la vida, regando en su camino el fértil suelo de la tierra, alimentando la flora y dando energía a la fauna, hasta llegar a las propias orillas del gran océano donde nacieron y vuelven a nacer las especies, para subir luego con las nubes y el calor que le da Kakabunkuakukui, el Sol, hasta el propio lugar de las nieves perpetuas y las lagunas sagradas, y así reiniciar el ciclo, nuevamente, en un fluir eterno que mantiene a diario, la naturaleza..
Ella es el corazón de la madre Seinekun. Es a su vez la Montaña Sagrada de los cuatro pueblos de la Sierra Nevada y de los pueblos que coexistieron con los Tayronas antes, mucho antes de aquel aciago momento, en el que un anciano Mamo de los pueblos de la Sierra Nevada, de pie, sobre las ruinas de las edificaciones líticas construidas por esta, predijera a los suyos, el cúmulo de acontecimientos y pesares que le habrían de sobrevenir a los pueblos de la Montaña Sagrada cuando en el horizonte poniente de la bahía, se viera la primera carabela de la invasión castellana, y terminara con la ruina de la actual civilización global, comenzando como está aquí escrita, con las siguientes frases sin tiempo : Sobre las ruinas de unas viejas terrazas, un anciano Mamo Tayrona profetizara sobre el cúmulo de acontecimientos que habría de sucederles a las gentes de estas tierras, el día en que apareciera el horizonte rojo fuego de la bahía, una Nao con las velas desplegadas, más grande que las casas ceremoniales..
Habló sobre hombres nuevos, metálicos, montados sobre bestias nunca vistas, con varas que retumbaban más altas que el trueno y con hojas brillantes como el sol que cortaban el pensamiento, la carne y las ideas..
Habló y profetizó sobre una raza de hombres que construirían sus casas como encaramadas sobre las copas de los árboles, que olvidarían el arrullo mañanero de las aves, el significado del susurro del viento y sin haberlos aprendido, los cuatro nombres precisos del atardecer..
Y en ese primer encuentro entre la dos civilizaciones que se da en uno de los limites marinos de esa Sierra Nevada, en un recodo tranquilo, un ancón protegido por un brazo de cerro que alargado se hunde en el mar en uno de los extremos de la bahía de Santa Marta, la más antigua población de las existentes fundada por los castellanos, se ve una misma visión desde dos puntos distintos de referencia: La visión de la civilización indígena contada por un Mamo Tayrona, y la visión de la civilización eurocéntrica contada por el erudito capitán de una de las naves invasoras, y se van así, poco a poco, como en un juego de espejos paralelos, confrontando en el relato, las dos visiones del mundo.
El relato del encuentro transcurre tal vez en menos de nueve fracciones de los actuales registros cronológicos, pero en realidad versa sobre todo el proceso de formación de las dos culturas. El relato se inicia, en la visión del atardecer del día del desembarco de los invasores castellanos en la bahía de Santa Marta, en uno de los primeros encuentros con registro histórico probablemente ocurrido un 29 de julio de uno de los primeros veintisiete años del siglo XVI, cuando se desarrollaba el proceso de ‘’descubrimiento’’ y conquista. Solo que como en el relato, se aplica una de las técnicas de conocimiento de los principios de la cosmovisión indígena: la contracción espacio-tiempo en un solo punto que constituye el centro del universo, donde no existen las dimensiones registradas por la ciencia occidental.
Y en otra visión paralela al desembarco de la tripulación invasora, contada por el anciano mamo y extrapolada en el tiempo, se ven los vigías de una nave de exiliados guerreros, de herejes, de científicos, de poetas, de soñadores, de artistas de la época y desocupados que huyen de la devastación de su tierra, como los últimos supervivientes de una civilización global que cubrió y destruyó el planeta entero, y asombrados escrutan desde el mar y muy lejos, la noche de la montaña sagrada que se poblara de miles de luces que irían recorriendo en uno y otro sentido la extraordinaria geografía del macizo montañoso, y maravillados la registrarían en sus posteriores crónicas como ‘’La Montaña de Luces’’.
Ella les recuerda una antigua leyenda de una de las culturas destruidas por esa civilización, antes del cataclismo planetario: La de los ‘’Guardianes de la Montaña Sagrada’’, el legado de los custodios del Corazón del Mundo…
Y en el relato, la voz del anciano Mamo va narrando la zaga de los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta, mientras registra, en las reflexiones del capitán de la nave que comanda la expedición, los avances y desventuras de la civilización global hasta la ocurrencia del cataclismo universal. Utiliza en su relato, la extrapolación de los cálculos de la ciencia Eurocéntrica sobre la crisis climática, ambiental, y las predicciones de los Mamos, y desde allí, en ese espacio del originario espacio-tiempo, cuando el pasado se confunde con aquello que ha de venir y todo transcurre simultáneamente, la narración sigue versando, como en un juego de espejos, sobre los valores de la cultura, la tradición y las angustias de ambas civilizaciones.
El anciano Tayrona describe la zaga de la creación del mundo, comenzando con el acuerdo en “ALUNA”, de un proceso interminable de aspiros y expiros, de respiración, de las dos fuerzas para tejer la “mochila” del universo y su infinita gama de posibilidades, incertidumbres y caminos. Tikún, Ukua, Seinekun, la creación de los primeros humanos y que corresponde a la cosmovisión de la teoría sobre la formación del universo transmitida a través de generaciones y celosamente guardada durante miles de años mediante la tradición oral de los Mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta, y expresada con la misma rigurosidad de sus inicios: El Universo era para ellos como la Tutu(3) o mochila: Un perfecto contenedor que parte de la nada y del vacío de un minúsculo hueco, de un pequeñísimo punto en el fondo si misma… Un pequeño orificio en todo el centro del fondo de la mochila, y desde el cual se ve claramente como se desenvuelve en forma concéntrica todo el tramado de ella. Un pequeñísimo punto, hueco, sin nada, de radio cero, y desde el cual increíblemente parte todo el tejido de la mochila, hilvanada con un solo y único hilo que se anuda en una finísima trama a partir de dos puntadas primigenias: Serankua, la energía “positiva”, la luz, y Seukukui, la energía “negativa”, la oscuridad, de un solo tiro, sin interrupciones ni remiendos, que se entrelazan más arriba, en el tiempo, con los hilos marrones y negros que hilan y muestran el curso del laberinto sinuoso, geométrico y continuo que recorre toda la mochila como marcando el camino, el destino y la vida..
Se podría recordar su similitud con una frase que describe con exactitud el primer momento del espacio-tiempo: “La cuarta dimensión, el tiempo, al igual que el espacio, tiene extensión finita: es como una línea con dos extremos o fronteras, de manera que el tiempo tendrá un final y tuvo un principio. De hecho, todas las ecuaciones en que el universo tiene la cantidad de materia que observamos comparten una característica muy importante: en algún instante del pasado, hace unos 13.800 millones de años, la distancia entre galaxias vecinas debió de haber sido nula. En otras palabras, todo el universo estaba concentrado en un solo punto de tamaño nulo, como una esfera de radio cero. En aquel instante, la densidad del universo y la curvatura del espacio-tiempo debieron de haber sido infinitas. Es el instante que denominamos Big Bang o gran explosión primordial”. (4)
El capitán rememora, desde la nave invasora, la herencia científica de su civilización, los logros obtenidos y las frustraciones descubiertas. Confronta, especialmente, las conclusiones de la física teórica acerca de la formación y destino del universo: De universos membrana, contenedores de todas las granulaciones y agrupaciones de la energía y materia, que surgen a su manifestación así como lo hace el tejido de la Tutu o mochila indígena, de dos puntadas primigenias, fuerzas de cargas opuestas, que se anudan en una tercera, el espacio-tiempo, y que este al cobijarlas, también le da vida y movimiento a todas esas mismas formas y expresiones de la materia. Que le enseña a pensar en el mundo en su integridad, su variabilidad e interactuación, aprendido como un acto de inteligencia de la creación, y dotado de misión, inteligencia y vida propia, y que al comprenderse como parte del universo, la inteligencia humana descubre la forma de expandir su conciencia y aprovechar las oportunidades de la mente como determinador de la voluntad de actuación sobre el entorno.
Entonces, ese mágico lugar, encerrado por esa Línea Negra en ese círculo de pensamiento, es llamada como ya sabemos, el Corazón del Mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta…Y han de saber además, que cuando porten una Tuto o mochila indígena, lo que tienen realmente entre sus manos, es todo un Universo..
Continuará…
Santa Marta, Corazón del Mundo, 168 días después del confinamiento..
(1) Kaku Seránkua: Padre Creador del Universo. Seránkua se divide etimológicamente en “Se” que significa noche u oscuridad, y Rankua que significa día o amanecer..
(2) Seinekun: La madre Tierra en la cultura Ika, Arhuaca..
(3) Tutu o mochila Arhuaca: Expresan en ella las mujeres Arhuacas, su cosmovisión y filosofía de la naturaleza. Es una extensión del útero materno y la madre tierra universal. Es un símbolo del Universo..
(4): Descripción del Big Bang, o momento de la creación del Universo: Breve Historia del Tiempo: Stephen W Hawking
