61 días de incumplimiento: En medio del juego

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Por Yaquelin Chaverra

 

La cuarentena se ha extendido más de lo que podríamos haber imaginado, la Covid-19 puso en jaque nuestras sociedades. El país hoy enfrenta una incertidumbre frente a lo que algunos denominan “una nueva normalidad”, como si estuviéramos en el primer mes de cuarentena, las medidas para sobrevivir en estos tiempos se quedaron cortas, y la educación no fue la excepción.

Hoy la Universidad del Magdalena, no puede ofrecer a sus estudiantes gratuidad total en matricula financiera, después de varios meses la administración de la Universidad presenta un plan con recursos propios y un aporte del gobierno nacional para garantizar la gratuidad total para un grupo poblacional y del cincuenta por ciento para el resto de los estudiantes, un logro aplaudido pero que sigue dejando el sin sabor de ¿No se puede hacer más?

Todos creemos que se puede hacer más, pero ¿Por qué no se hace?, personalmente pienso que nos está quedando grande trabajar en equipo, dejar a un lado la comunicación estratégica, las apuestas político-electorales y unirnos para lograr un alivio significativo para los estudiantes y las familias UniMagdalenenses.

Para nadie es un secreto que este es un año electoral dentro de la Universidad, estas coyunturas siempre traen consigo el inicio de un juego, y no creo que la gestión por matricula cero este por fuera de este juego. Lo que nos deja a los estudiantes en la mitad del juego, ya iniciaron las clases de los programas de pregrado presencial de la universidad y aunque el Rector ha decidido ampliar los plazos para pagos y muchos estudiantes hoy contamos con una liquidación menor de 80 mil pesos, aplica la frase “solo porque a ti no te afecta un problema no significa que no exista” hoy muchos de nuestros compañeros no cuentan con suficientes recursos para cubrir el costo de la matrícula y manutención.

Y ese juego político de hacer responsable al uno y al otro, no está quitando tiempo valioso para garantizar el derecho a la educación. Negarse a compartir una mesa y construir juntos una alternativa de solución que no solo haga realidad la matricula cero, sino que también permita crear un plan que reduzca la deserción estudiantil y promueva el acompañamiento psicológico y financiero para los estudiantes con condiciones de vulnerabilidad en tiempos de Covid-19 no es sano para el departamento que queremos construir.

En lo personal aplaudo la gestión del actual Rector de la Universidad que como resultado han producido un alivio económico para los estudiantes y aplaudo también las intenciones del actual Gobernador del Magdalena de crear un fondo para la gratuidad de la educación superior en el departamento del Magdalena porque no solo representa un alivio para la comunidad UniMagdalena sino también esperanza para muchos magdalenenses pero esto  no logra apagar el “incendio” que requiere atención de urgencia, los estudiantes UniMagdalena estamos contra el tiempo, la asamblea aun no aprueba el fondo y de hacerlo la gobernación tendría dos meses para poner lo en funcionamiento, ¿y mientras tanto?.

Solo espero que: Aprendamos como Magdalena a construir sobre lo construido.

Aún estamos a tiempo, tenemos experiencias que nos demuestran que si las personas que están dispuesta a trabajar por buenas causas, se dividen y se niegan a trabajar juntos todo termina peor. Este país y en particular este departamento necesita que juntos lo repensemos y trabajemos por mejorar las diferentes realidades.

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