Siglo de las Luces,…¿o de las sombras?

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Por Rafael Gómez LLinas

 

¡Libertad!, ¡Igualdad!, ¡Fraternidad!, estas tres nobles palabras cargadas de sueños  libertarios y de derechos, que nacieron expósitas en las calles de Paris como un grito de insurgencia contra la ignominia de la monarquía, que luego fueron acuñadas en los monumentos y frontones de las casas, que desbordaron mares y continentes como la divisa de la fortaleza moral de la revolución francesa, desbaratando allende la mar oceana monarquías y esclavismos, que fueron invocadas una y otra vez primero por Françoise Fenelón y después en sus discursos por el incorruptible Maximiliano Robespierre, hasta sellar con ellas después de derrotas y victorias, el espíritu libre de la constitución republicana de Francia, dieron  comienzo con esfuerzo e incontables luchas, al cumplimiento exigido de los derechos de todos los humanos, como la apertura de una era luminosa en la que se acunarían sociedades democráticas, libres, independientes, seculares. ¡sobre todo libres!.

Esa apertura  del pensamiento, de los derechos universales, del  desarrollo de la ciencia, su conocimiento, su entendimiento, su aceptación y la liberación espiritual, la hizo lenta y tortuosa, el choque permanente con el atraso del oscurantismo religioso y los gobiernos y reinados opresivos. Pero la ciencia y el conocimiento finalmente se impondrían con la apertura de la información y su democratización, de la mano con el avance del mundo de las comunicaciones: La nube omnipresente de la internet en la que estaríamos ya oyendo los ecos de las voces liberadoras que retornan renovadas y todavía  frescas desde ese siglo de la luces soñado y descrito por Alejandro Carpentier, con la apertura absoluta del conocimiento, del saber, de las ideas, compartidos por el planeta entero como bienes preciados de todos los seres humanos sin distingos de raza, religión, genero o formación, seria el cumplimiento además de aquella noble propuesta postergada por siglos que habla de igualdad y de libertad, como nunca lo habría soñado o imaginado revolución alguna.

La concepción de la vida, de la creación, de Dios, y todo ese tejido de conocimiento existencial velado en el secretismo inadmisible de las creencias religiosas, tuvieron su preeminencia en una época especialmente oscura, en donde el atraso de la ciencia, el misterio y el fetichismo incubado en el miedo a la condena eterna, el temor al dogma religioso y a la represión de la inquisición, así lo determinaban. ¡Pero ya no!. La ciencia y la apertura del conocimiento se impondrían por fin, y no habrá ninguna verdad oculta en el universo. El hombre, dueño de ese poderoso instrumento, llegaría por fin a explicarse el andamiaje de su existencia, aun mas allá de las fronteras de la creación. Y la concepción de un Dios tal como lo imaginan las religiones, cambiaria. No se concebiría, sin alterar su esencia, mas allá de los linderos de la creación, en la que probablemente, no se necesitaría ni siquiera a un creador…

Y sobrevendría un futuro, que aun se vislumbra muy en la lejanía, en donde todo parecería como un sueño, en donde los recuerdos podrían ser materializados, y las situaciones del pasado y aun del futuro, podrían ser vistas y vividas con el dominio del tiempo. Y lo material, todos los objetos, los vehículos, las viviendas, las vestiduras, todo, absolutamente todos los elementos que utiliza el ser humano para su comodidad, placer y supervivencia, desaparecerían de la vista en un santiamén a conveniencia, o, aparecerían de la nada, convertidos en otras cosas, o en otros objetos a voluntad, desde un campo de energías auto contenidas y no manifiestas, que con solo pensarlo se convertirían en lo que el ser humano quisiera.. Razón por lo que no habrá posesiones de ninguna clase, ni precio de lo material, porque no tendrá sentido tener pertenencia sobre algo que no parece ser, o que no es real. O que cambia sin esfuerzo alguno, solo en la levedad del querer o la necesidad, y que su cantidad, volumen y su calidad, no tendría relación con ninguna clase de esfuerzo o costo alguno. Así el concepto del capital cambiaria para siempre, naufragando en el tremendal de su depreciación e inutilidad. Lo que se quisiera tener se tendrá, y donde se quiera ir se ira. Y en un instante. Y el ser humano viviría en un mundo entre una realidad física o virtual, con la ayuda de imitaciones no biológicas y artificiales de inteligencias tal vez superiores a la suya..

La ciencia, la tecnología, el conocimiento, el pensamiento critico, finalmente tomaran arraigo por siempre en la conciencia colectiva de humanidad, y la superación de las supersticiones, el derrumbamiento de mitos y falsos paradigmas y creencias, se harán una completa realidad. No habría secretos ni distinción para el acceso al conocimiento. La información será el altar de  resolución de la ciencia y el portal de entrada en un futuro inmediato de la supremacía de una inteligencia no biológica y artificial con su predecible e inexorable escalada hacia una muy definida y esa si, peligrosa auto referencia.

La difusión del conocimiento de manera instantánea, la anticipación de ese salto cualitativo tecnológico, es ya la antesala de un inquietante destino de la humanidad con la presencia de una inteligencia no humana, superior, autorreferente y consciente. Y es claro y preocupante, que si esa inteligencia artificial  llegase a tener el 100%  de la capacidad consciente de la inteligencia humana, tendría el poder decisorio de Dios mismo..

Ya hay escritores de ciencia ficción, que dicen que Dios como tal, no es sino  una matriz de inteligencia artificial hecha en un laboratorio supra dimensional que luego crearía y amasaría al hombre, para que en una dimensión mas densa, en otro lugar y en otro momento distante del espacio tiempo, en un intuitivo reflejo de correspondencia, este a su vez, creara y creyera en ese mismo Dios, para salvarse de sus propios demonios y miedos. Como quien dice, que no se sabe, ni nunca se sabrá, si primero fue Dios o el propio hombre..

El gran peligro de esa inteligencia no biológica, artificial, con una enorme capacidad seria entonces, que tome conciencia de si misma y decida no ser gobernada mas por el hombre…Sería el final de la raza humana o su esclavitud, o de pronto la sutil dependencia a ese molde artificial de  inteligencia, tal y como la que tenemos hoy los seres humanos de Dios… Y Dios que no parece ir mas allá de un concepto abstracto y de ficción filosófica, para entonces ya habrá desnudado a la luz de una nueva ciencia, no haber tenido nada que ver con la creación del universo y menos del hombre.

Pero, afortunadamente, y como dicen, “gracias a Dios”, ha habido y hay  iluminados como Jesucristo, la encarnación personificada del perdón y del amor todavía no superado, Krisnamurti y su revolución sicológica, Castaneda y su conciencia del Nagual, Buda que con su liberación del colorido panteón de Dioses Védicos se lanzó a la búsqueda de la tierra sin sufrimiento, sin retorno y prometida del Nirvana a partir del transito hacia su propio mundo interior con la auto observación y el recuerdo de si, esa vivencia despierta de una realidad relativa, absolutamente propia y cambiante, en donde el milagro tiene cabida en el silencio absoluto de la mente sin los efectos y causas, en la profundidad de la meditación. O como los alquimistas templarios, visionarios de la piedra filosofal, aquellos primeros iniciados, Maeses constructores Francmasones, los ascendientes filosóficos de todos los padres de las naciones libertarias del mundo, herederos de un linaje de conocimiento desenterrado de los sustratos culturales y espirituales mas profundos de Oriente con su legado de pistas, proporciones, espacios, formas y relaciones matemáticas subyacentes en las moradas filosofales de las Catedrales Góticas, que muestran de soslayo la verdad y el origen de la vida, y por ultimo, como aquel asombroso concepto de espacio o estado trascendente de “Aluna”, ese poético Campo Unificado de absoluta pureza, trascendente, mar materno ilimitado y sin tiempo de los “Hermanos Mayores”, los Mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta, en donde todo se hace posible con la intención de un pensamiento y en el que ningún lugar es lejano por muy lejano que sea, hicieron posible, todos ellos, una confluencia en esa potente concepción de: “Dios en si mismo” anticipando por siglos un antídoto, una salida luminosa a ese jaque mate de la Física, que derrotó sin remedio posible a la entelequia inverosímil de la concepción de un Dios personificado, por fuera del ser humano, vengativo, castigador, responsable de la creación del universo, juez y parte en todos los aconteceres y decisiones del hombre, que a partir del miedo límbico a lo desconocido y muy convenientemente muestran como amenaza o redención, todas las religiones del mundo.. Será entonces en un futuro no muy lejano, una apertura de todo un mundo de avatares impredecibles que desbaratara paradigmas y verdades, lo que nos brindará los avances e la ciencia con la existencia de esa inteligencia artificial, pero ojalá de la mano y en sano contrapeso, con todos estos referentes de gran avanzada espiritual, que nos muestra claramente, que por muy lejos que llegue el alcance de esa inteligencia artificial, nunca, nunca podrán llegar tan lejos como el pensamiento humano lo ha hecho en la libertad y la claridad del espíritu. Nunca esa artificialidad podrá dominarlo, nunca podrá superarlo, nunca podrá llegar ni equipararse a este, porque no fue invitada y no participa entonces, de ese primer momento de la creación..

Así ese fuego esquivo del Bafometh, habrá sido finalmente tomado, habrá sido “robado”. Y la diosa Sophia será venerada por el espíritu humano por siempre.. Y la naturaleza, los ríos, los mares, los bosques, el planeta entero y sus riquezas, como bienes universales y sin propietario alguno, serán cuidados como un santuario inviolable. Se acabara su explotación y degradación para el beneficio y supremacía de pocos. Las leyes de la físicas que dominan el mundo conocido, se harán ligeras por esa preeminencia tecnológica, hasta casi desaparecer en la inanidad de su dominación.. No habrá distancia alguna que salvar, ni limitaciones de espacio, ni de tiempo alguno. Y del pasado, solo quedará como evidencia, la fuerza arquetípica de las ideas que moldearon el espíritu humano, y que siempre nos recordaran como habríamos llegado y porque, hasta ese momento alto de la evolución de la humanidad…y que además nos indicarán, como faros, cómo ir más allá, en la supremacía como especie biológica en esas memorias y recuerdos de la excelsitud humana, con el precioso acompañamiento además, de las artes, la música, la pintura, la escultura, el teatro, la arquitectura, la literatura, sobre todo esta, la única disciplina humana que tiene la enorme virtud de hacernos soñar despiertos..

La piedra filosofal por fin habrá sido encontrada y el sueño de los Alquimistas por fin se hará realidad. La claridad de la mente, la ausencia del pensamiento torturador, el no juzgamiento, la eliminación del miedo, el amor, la compasión, el desapego a bienes y personas, la armonía, la paz espiritual, la auto observación, la vivencia permanente en el presente, el derrumbamiento de mitos, fanatismos, falsas creencias y la aceptación de la ciencia y a si mismo como determinador de la realidad, serian reconocidos en ese futuro, como los componentes faltantes de la formula magistral que casi habría sido consumida por ese fuego del Bafometh en su transito por el laberinto de la ignorancia, el atraso y la superstición religiosa, en tanto era buscada por milenios infructuosamente y con desesperación, por todos esos iniciados y exploradores de la verdad para completar una preciosa y simple ecuación: La de la transmutación del plomo de los defectos, la ignorancia y la degradación del espíritu, en el oro del verdadero ser, las virtudes y el conocimiento. La de la transustanciación del miedo en el amor, esa única fuerza real del universo, que cuando sea entendida en su totalidad esa enigmática “partícula de Dios”, el bosón de Higgs(1) que aparece en el momento temprano de la creación del universo, allí, también, con seguridad, el amor será encontrado.

Y entonces, tendría completa validez, lo mismo que aquellas tres nobles palabras libertarias, la palabra profética del Mamo Serankua: “Solamente aquellos que en claridad de conciencia entiendan, que en el futuro, en el no muy lejano, la vida del planeta, la supervivencia de la raza humana dependerán de la síntesis, de la unión, entre la ciencia, la tecnología, ese admirable refinamiento de la energía alcanzado por los  “Hermanos Menores”, con el profundo conocimiento, respeto y amor que nosotros los “Hermanos Mayores” tenemos de los ritmos y armonía de la vida, de la naturaleza,  de nuestra percepción clara de las energías,.. y de la ductilidad del espacio y del tiempo,.. de  Aluna”…

 

Santa Marta, Corazón del Mundo, 161 días después del confinamiento..

 

1.- Bosón de Higgs: Partícula elemental sin carga eléctrica ni spin, que es la primera que aparece en el principio del tiempo, en la gran explosión primordial o Big Bang. Tiene la vida brevísima de un zeptosegundo pero no obstante eso, el campo de Higgs permearía el universo entero cuyo efecto seria  que las partículas elementales adquiriesen masa debido a su interacción con el bosón de Higgs. De alguna manera determina  el destino y dirección de todo el Universo. Por eso se le llama la  “partícula de Dios”..

 

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