“Discriminar a un paciente con Covid19 en estado avanzado por taras o dogmas políticos es un acto criminal”: José Pacheco Martínez

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En días pasados tres miembros de una misma familia resultaron positivos y tuvieron que ser internados en el Hospital local de Plato, donde denuncian recibieron un trato que dista mucho del establecido por los protocolos la OMS y el gobierno nacional, y que están seguros obedece a rencillas de José Rafael Domínguez Ayala en contra de Roberto Pacheco Ospino y su familia. Los afectados hacen un llamado a la Procuraduría General de la Nación, a la Superintendencia y al Ministerio de Salud para que centren su atención en el Fray Luis de León y eviten que la situación en esa población se salga de control.

El día 8 de agosto de la presente anualidad, Malviris Laguna Olaya, funcionaria de la ESE Hospital Fray Luis De León de Plato y varios miembros de su familia se sometieron a la prueba diagnóstica de Covid19, sabiendo que ella por razón de su trabajo: Coordinadora y Supervisora de los servicios generales tenía una alta posibilidad de contagiarse. Dos días después, su esposo, Roberto Pacheco Ospino, es internado con sintomatología correspondiente a la enfermedad en cuestión, en ese momento aún no tenían ningún resultado de la prueba de frotis nasal realizada.

Mediante un comunicado de prensa, la entidad médica dice que el señor Roberto Pacheco Ospino, fue ingresado bajo sospecha de Covid19, pues compartía residencia con personas contagias con la enfermedad, lo que para los integrantes de la familia falta a la verdad. “Miente José Rafael Domínguez Ayala en su comunicado cuando dice que al momento de mi ingreso al hospital cohabitaba con personas infectadas, toda vez que ni el 10 ni el 11 que ingresó mi tía Sixta Ospino con los mismos síntomas que yo, habíamos recibido el resultado de la prueba realizada tres días antes por Mutual Ser”, dice Roberto Pacheco.

“La única forma de que el Gerente pueda decir que mi papá convivía con un infectado de la Covid19 es que él, en su gran entendimiento, intuyera que por las labores propias de su cargo estuviera infectada”, comenta Robert Alejandro Pacheco Laguna, hijo de la pareja, quien a renglón seguido explica que su mamá a pesar de estar en inminente riesgo de contagio se le fueron negados los elementos de bioseguridad requeridos y establecidos por los protocolos internacionales: “ella desde hace 28 años trabaja como Coordinadora y Supervisora de Servicios Generales, y al ser trasladada su oficina al área del aseo  y la lavandería del hospital, tiene contacto directo con las batas y caretas de fisioterapeutas y médicos que realizan los procedimientos a pacientes covid y no covid, el gerente razonó y dictaminó que ella al no estar en contacto directo con los pacientes no los necesitaba.”

La entidad en el comunicado anteriormente referenciado no se pronuncia a este respecto, sino que entra a atacar directamente a los enfermos y sus familiares, haciendo acusaciones de grueso calibre que desdicen mucho de alguien que ocupa un cargo como gerente de hospital y que está en constante contacto con personas. Dice en uno de sus apartes el comunicado: “esta familia, en cabeza de una señora de nombre Carla y un señor Roberto Pacheco, han proferido en dichos portales, y a través de chats, en forma irresponsable y aleve, insultos y ofensa en contra del gerente del hospital y otros funcionarios… Este auto proclamado veedor ha hecho, antes varias personas, una sindicación criminal y perversa, como es llamar al gerente del hospital guerrillero, con lo cual pone en riesgo la integridad y seguridad de este funcionario. Por lo tanto, el Gerente de la E.S.E. Hospital Fray Luis de León responsabiliza al señor Pacheco y toda su toda su familia de lo que le pueda ocurrir, ante tan infame señalamiento.”

“Estas son las típicas actitudes de los mandos medios del Gobernador Carlos Caicedo, quien tiene por costumbre victimizarse siendo victimario e inocular el odio contra sus rivales políticos en todo aquel que lo rodee. Discriminar a un paciente con Covid19 en estado avanzado por taras o dogmas políticos es un acto criminal, con el agravante de que en la actual coyuntura, cuando una persona se infecta de Covid19 espera que cuando los cuidados en su casa son insuficientes, se le atienda dignamente en los Hospitales públicos que se financian con dinero de todos, y allí, son precisamente los funcionarios de alto rango los llamados a garantizar ese servicio prioritario, cosa que no entiende este señor”, comenta el periodista José David Pacheco, quien se ha mostrado bastante activo en redes sociales sobre este asunto.

En otro de los párrafos del escrito, el gerente José Rafael Domínguez Ayala, a través de su oficina de prensa, sigue arremetiendo en contra del señor Roberto Pacheco diciendo que además de ser un tipo “sin oficio conocido, es un supuesto veedor, ampliamente conocido, que utiliza su veeduría espuria no precisamente para vigilar”. En el resto del texto, no se hace alusión a los elementos de bioseguridad negados a la señora Laguna Olaya, hecho que según su familia fue el detonante de la infección masiva y la molestia generalizada.

“Muchas personas en Plato, Santa Marta y Cartagena pueden dar fe que mi papá desde hace más de 40 años se ha desempeñado con holgura y suficiencia en cargos de distinto orden y rango, tanto en el sector público como el privado; además, durante mucho tiempo fue organizador de actividades deportivas, culturales y religiosa en su barrio: La Pola, donde la familia Pacheco Escobar, primero y Pacheco Laguna, ahora, siguen conservando esa actividad política, cultural, social y religiosa que de antaño acostumbran ejecutar. Está claro pues, que se trata de una persecución en contra de mi papá, donde se ha visto gravemente afectada mi madrastra Malviris Laguna, funcionaria del hospital, a quienes estoy dispuesto a defender de esos ataques viles y sin fundamento, típicos de todos los que cohonestan con el gobernador Carlos Caicedo y su política sectaria”, comenta con tono de desaprobación el periodista Pacheco Martínez.

Sandra Milena Pacheco, abogada e hija mayor de la pareja afectada, indica que son falsas las palabras del gerente cuando afirma que todos los miembros de la familia querían visitar a los pacientes hospitalizados, pues, su mamá al ser funcionaria del hospital estaba al pendiente del tratamiento y atención de su papá y tía, esta última, decidió retirarse de centro médico ante las precarias condiciones de atención y falta total rigurosidad en el cumplimiento de los protocolos.

“Mi tía, Sixta Tulia Ospino Polo, es una mujer que conoce todos los procedimientos médicos y de enfermería porque es de profesión Enfermera con especialidades en salud metal, pediatría social y Maestría en Salud Ocupacional, además, durante 35 años fue profesora de la facultad de enfermería de la Universidad de Cartagena y desempeñó diferentes cargos en la Secretaría de Salud del departamento de Bolívar, manejando el programa de salud pública. Un día después del ingresó de mi papá le tocó el turno a ella y después de una breve estadía, se retiró visiblemente molesta y afectada emocionalmente, pues, afirma que jamás en su larga vida profesional había sido maltratada en su dignidad y persona. Asegura y le creo por encima del gerente, que no existían los medios de bioseguridad para manejo de la pandemia: todos los pacientes, tenga o no covid-19 los tratan en la misma sala de recuperación y que la enfermería como tal, no existía. En este momento ella se encuentra en casa bastante delicada”, afirma la abogada Pacheco Laguna.

Tanto Roberto Pacheco como Sixta Tulia Ospino son vehementes en afirmar que la atención que se brinda en la ESE Hospital Fray Luis De León de Plato es absolutamente deprimente y precaria. Pacheco  Ospino incluso va más allá y denuncia que  “el día martes 11 de agosto en las horas de la noche, cuando mi tía y yo estábamos en la habitación, una auxiliar que tenía los elementos de bioseguridad, razón por la cual no pude identificarla, no entró a la habitación a entregar el medicamento, sino que abrió la ventana y tiro las medicinas desde allá con la idea que cayeran en la cama, pero no cayeron allí,  sino en el piso, por lo que no la ingerí. Entiendo que ella no quiera infectarse, nadie lo quiere, pero si trabajan en un hospital, lo mínimo que debe tener es empatía”.

La familia Pacheco Laguna afirma que se enteraron de que tres miembros tenían la Covid-19 porque un médico amigo de apellido Rosales les informó del reporte hecho al hospital por parte de la EPS Mutual Ser. También, que aceptaron internarse en el Fray Luis de León porque el Subgerente científico Dewis Camargo les informó sobre los protocolos a seguir en estos caso y ofreció aislamiento preventivo individual, no obstante, esto no se cumplió.

“Mi papá me informó que lo internarían según los protocolos en la habitación No. 12, me sentí aliviada porque estaría en buenas manos, pero me empecé a preocupar cuando a eso de las 7 de la noche nos informa que empezaron a ingresar pacientes sin ninguna explicación, a media noche, en la habitación no había uno ni dos ni tres persona, sino  9: 5 pacientes y 4 acompañantes, situación a todas luces irregular y que pone de manifiesto la necesidad de verificar por parte de los entes de control la forma como se viene llevando a cabo la atención en Plato, que últimamente ha experimentado un aumento en los casos positivos y las muertes”, opina Karla Patricia Pacheco, otro de los integrantes de la familia atacados por el gerente.

Karla Patricia Pacheco Laguna y su espeso Edwin Paba Jiménez, quien actualmente es el Registrador del Estado Civil de Plato, recibieron igual peor trato por parte José Rafael Domínguez Ayala, quien negó contra toda lógica y el juramento hipocrático, atención médica preventiva al funcionario; teniendo este que solicitar ayuda de la entidad en la que labora para que se hiciera posible su atención, confirmando una vez más la tesis de que todo este problema se debe a una persecución política.

“Somos una familia que sabe y conoce cómo se hacen valer los derechos de los ciudadanos, en consecuencia, pondremos en conocimiento de las autoridades competentes estas acciones que sin dudas atentan contra el noble ejercicio de la función pública y la vida de muchas personas. Imbéciles como el que hoy gerencia la ESE Hospital Fray Luis De León de Plato no pueden ostentar cargos de tanta relevancia ni en el Magdalena ni en ningún lado, por eso nos encargaremos que sobre él caigan las sanciones disciplinarias a las que haya lugar. Advierto, que como periodista y estudiante de derecho ejerceré control y vigilancia sobre la gestión de este señor al frente del Hospital, porque si tiene ganas de hacer lo mismo que hizo su jefe Carlos Caicedo con la ESE Alejandro Prospero Reverend de Santa Marta, ya hay un grupo de personas empeñadas en que no lo haga; esperando la oportunidad para enjuiciarlo penal, disciplinaria y fiscalmente”, sentenció José Pacheco Martínez, periodista investigativo y estudiante de Derecho.

Por su parte, Roberto Pacheco Ospino dice con cierto desánimo y preocupación que “por primera vez en la historia de Plato Magdalena, la Gerencia de la ESE Hospital Fray Luis De León es de puerta cerrada al público. Ya que la oportunidad lo amerita, quiero dejar constancia que mi familia y yo nos sentimos amenazados por este señor, que como es de conocimiento público pertenece a un grupo político liderado por alguien imputado por tres homicidios y toda suerte de delitos contra la administración pública. Si algo llegare a pasarle a alguno de mis hijos, sobre todo a José David, que hace más de siete años hace veeduría y control a la administración pública en Santa Marta, hago responsable al Gobernador Carlos Caicedo, a José Rafael Domínguez Ayala, gerente del hospital Fray Luis De León y a todos los miembros del Movimiento Político Fuerza Ciudadana”.

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