Por Pastor Jorge Ivan Arango
Juan 15:13 “Nadie tiene un amor mayor que este: que uno de su vida por sus amigos”
La vida es un soplo, un momento en el gran lapso del tiempo. Vivimos un cortísimo tiempo en la tierra, pero ese tiempo es determinante en nuestra eternidad.
Muchas decisiones tienen valor en la vida de una criatura de Dios, pero la decisión que marcará el destino donde pasaras la eternidad es solo uno.
Yo tomé mi decisión de creer en Jesús como mi Señor y único salvador.
Ya voy ganando, es más, ya gane el mejor premio que un ser pueda tener y es la vida eterna al lado de su creador. Muchos se enfocan en diferentes aspectos de la única vida que tenemos. Nos enfocamos en vivir en este mundo como si fuéramos a quedarnos eternamente en él, pero descuidamos prepararnos a vivir en el otro lado con Jesús eternamente.
Algunos por la misericordia de Dios entendemos esto más rápido que otros, y tristemente al terminar nuestro tiempo aquí en la tierra, nos damos cuenta que la vida consistía en gastársela en las cosas que Dios dice que tienen valor y que tocan una cuerda en la eternidad.
Voy a compartir en este corto mensaje varios puntos que considero debemos gastarnos la vida en ellos.
1. Gástate la vida en ti.
Aprender a gastarse la vida en uno no consiste en vivir para satisfacer sus propias y mundanas necesidades. Gastarse la vida en uno significa que usamos la inteligencia para entender y discernir en que cosas voy a invertir mi única vida.
Si! Lo oyó bien, su única vida, no crea que tiene dos, solo una. Si esto es correcto, gástate la vida en las cosas que Dios dice que debes invertir en ti, y eso arranca con aprender y obstinarse en conocer desde aquí al que te creo y que sostiene tu aliento de vida.
Conoce a Dios, conoce Su voluntad para ti.
¿Por qué he de gastarme la vida en cosas que Dios dice que no valen la pena para Él?
1 Juan 2:15-17 “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
La vida es incierta, pues no sabemos cuándo el dueño de nuestras almas y espíritus nos quiere de vuelta en casa”
2. Gástate la vida en tu familia.
Aprende a cuidar tu familia, tus hijos, tus padres, ya que ellos han sido puestos por Dios para que cada uno de nosotros pueda manifestar la vida de Dios en ellos.
Luz de la calle, oscuridad de la casa. Que terrible que existan personas que van dejando hijos sin padres, por andar en desenfrenos carnales. Tus genes están en tus hijos y ellos ven en ti la imagen de Dios.
Qué responsabilidad tan grande tenemos de mostrar a Dios en nuestra familia. Estamos levantando hijos huérfanos espiritualmente.
Es responsabilidad tuya mostrarles el camino para que TODA tu familia pueda estar contigo en la eternidad.
NO es responsabilidad de otro, es la tuya.
Debes proveerles lo necesario para que tus hijos conozcan de Dios.
3. Gástate tu vida con tus amigos.
Esto es bajo la misma óptica que he venido hablando. Las flores se mandan en vida, los discursos en los funerales se dan en vida. Las visitas a la familia del difunto se dan en vida. Las bendiciones se entregan en vida. Las ayudas se dan en vida. Las narices muertas no huelen flores. Las palabras se dicen cara a cara, porque después de muerto no las puede oír el interesado.
El secreto de gastarse la vida con los amigos es enfocarse en los puntos en que si estamos de acuerdo y dejar a un lado en los que no estamos de acuerdo.
4. Gástate la vida en SU obra.
“Nada tiene de tonto el que da lo que no puede guardar para ganar lo que no puede perder”
Lo único que tiene recompensa en los cielos después de ser salvos, es invertir tu única vida en lo que Dios dice que va a recompensar.
Efesios 2:8-10 “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”
Para poder hacer su obra el Espíritu Santo te equipa con dones sobrenaturales y además te coloca en el lugar donde Dios mismo te va a perfeccionar en Su carácter.
EL SECRETO DE UNA VIDA FELIZ
1 Pedro 3:8-12 “En conclusión, sed todos de un mismo sentir, compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde; no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. PUES EL QUE QUIERE AMAR LA VIDA Y VER DÍAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO. APÁRTESE DEL MAL Y HAGA EL BIEN; BUSQUE LA PAZ Y SÍGALA. PORQUE LOS OJOS DEL SEÑOR ESTÁN SOBRE LOS JUSTOS, Y SUS OÍDOS ATENTOS A SUS ORACIONES; PERO EL ROSTRO DEL SEÑOR ESTA CONTRA LOS QUE HACEN EL MAL”
