Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Hay consenso en que el problema que actualmente vivimos durará un tiempo hasta ahora impredescible. Cuanto y cuáles serán los recursos para atenderlo ?. No se dimensiona aún. Igual es evidente que habrá mengua en todos los asuntos particulares y de Estado, lo que obliga profundizar y consolidar a futuro los propósitos de reconstrucción y transformación, en atención a la desaceleración económica nacional e internacional, requiriéndose de apoyos extraordinarios para enfrentarlo todo y no solamente la crisis económica. Importa en adelante ver como cumplir con las expectativas de todos, en lo que igualmente se impone cual real imperativo, el consenso de todos en contexto de unidad, que no de polarización alguna. 

Es en esta coyuntura, pensar en departamento, contar con el apoyo y la colaboración de todos, de lo contrario grave seguirá siendo el destino del departamento durante los próximos años. Obliga lo dicho que tenemos que ser ahora más que nunca un conglomerado, una sociedad de lucha, única forma para salir avantes. 

Entender que esta crisis, integral a mi juicio, debe servirnos para organizarnos mejor, fortalecernos, ser más conscientes de quienes somos, de que estamos hechos, que representamos. Comprender que no somos una sola persona, un grupo, movimiento o partido, sino parte de una sociedad que debemos aportar para construir nuestro mejor y propio destino. Es hora de madurar. De aceptar y conquistar ese desafío que nos impone este aciago momento. Adentrarnos en superiores contextualizaciones de orden político, lo mismo que demostrar que somos suficientes para lograr ese propósito, lo que nos ayudará a sobrevivir. 

¿Cuánto duraremos en esta crisis? Ni siquiera los más optimistas se atreven a aventurar una fecha. Solo que nos esperan semanas y de pronto meses muy duros. En lo que si hay acuerdo es en que debe hacerse un buen trabajo a todo nivel y en todas las circunstancias, en lo planteado como en lo que necesariamente tendrá que surgir en consecuencia. 

Los más pesimistas lanzan la hipótesis y asumen que la pandemia pueda prolongarse durante dos años, aunque la duración bien dependerá de cuándo se pueda o no contar con una vacuna. En todo caso, independientemente de que está aumentando el número de pacientes en estado grave, se manifiesta que se debe hacer todo lo posible para frenar la propagación y no sobrecargar el sistema de salud y potenciar las unidades de cuidados intensivos para afrontar la pandemia, una de las maneras mejores de avanzar en la contención del problema. rubenceballos56@gmail.com *Jurista