¿PORQUE SIGUEN FUMANDO CIGARRILLOS EN PLENA PANDEMIA DE COVID-19?

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Lorena Viviana Calderón Pinzón, profesional especializado de la Subdirección de Enfermedades No Transmisibles de Minsalud, explicó que entre las principales acciones en materia de política pública para el control del tabaco se ha insistido en trabajar puntualmente en el Programa Nacional de Cesación del consumo de tabaco, “Nunca ha sido más importante dejar de fumar y desalentar el consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores”, comentó.
Frente al consumo de estos productos en espacios libres de humo la funcionaria señaló que “el Gobierno Nacional ha venido trabajando en la protección de los ambientes libres de humo, especialmente en los hogares, la implementación de ambientes 100% libres de humo es una manera de proteger de sus efectos nocivos a la población”.
“Todas las acciones rutinarias son fundamentales para disminuir el consumo de tabaco: las campañas de prevención del uso del cigarrillo tradicional, cigarrillos electrónicos, vapeadores y otros derivados, así como el trabajo que se viene desarrollando en el Congreso de la República con los proyectos de ley relacionados la regulación de sistemas de administración de nicotina son primordiales para incentivar a la población en la prevención y dejación de estos productos”, dijo la experta.
Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin tabaco y para 2020 el Ministerio de Salud y Protección Social ha unido esfuerzos con diferentes organizaciones como la Liga Colombiana contra el Cáncer, el Instituto Nacional de Cancerología y organizaciones de sociedad civil como la fundación Anaas, con el objetivo de fortalecer el empoderamiento ciudadano frente al consumo del cigarrillo.
“Junto con las organizaciones, estamos trabajando en procesos de participación social y empoderamiento ciudadano, esto para poder garantizar las medidas establecidas en la Ley 1335 de 2009 incluidos los ambientes 100% libres de humo de tabaco”, dijo Calderón.
Consumo de tabaco en jóvenes
En Colombia, la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos entre adolescentes escolares ya se ha equiparado a la del cigarrillo convencional, siendo del 9%, según indican los resultados de la Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes presentados en 2018.
Además, según el III Estudio epidemiológico Andino sobre consumo de drogas en la población universitaria, el 16.6% de los universitarios colombianos  ha usado cigarrillos electrónicos alguna vez en su vida con una prevalencia mayor en los estudiantes de 18 años y menos (de 19.6%).
Fumar causa enfermedades cardíacas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y varios tipos de cáncer, entre ellos el de pulmón, garganta y riñón. Las mujeres fumadoras, además, tienen menos probabilidad de quedar embarazadas y corren mayor riesgo de aborto y probabilidad de embarazos ectópicos y que su bebé nazca prematuramente, con labio leporino, paladar hendido y peso anormal.
Afectaciones en la productividad
Añadido a las consecuencias sanitarias y todo lo relacionado con la salud, el consumo de tabaco también genera cuantiosos  costos sociales, económicos y la pérdida de productividad, de cerca de 17 billones de pesos anuales.
Las consecuencias también se ven reflejadas en las personas que fuman y por su condición, tienden a una mayor asistencia de los servicios de salud, citas médicas e incapacidades, el conjunto de esto genera entonces una pérdida de productividad.

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