Ese pequeño pueblo ubicado a orillas de la Ciénaga Grande y el Mar Caribe es uno de los municipios más afectado en toda Colombia y que le ha tocado pagar las consecuencias de un virus enseñado con sus habitantes que siendo apenas 33.000 registra más decesos (7) que ciudades como Medellín (3) y más contagios (93) que departamentos como Santander (52).
Los datos arrojados por el Instituto Nacional de Salud (INS) indican que se ubica como el segundo municipio del país con más fallecimientos por cada millón de habitantes lo que enciende las alarmas en aquella pequeña población de pescadores. El primer caso habría llegado a través de una mujer de 76 años con enfermedades pulmonares el día 25 de abril y cuatro días mas tarde el virus habría cobrado su vida en Santa Marta.
El alcalde de Puebloviejo Fabian Obispo ha tenido que vivir días difíciles en los ultimo días, su padre falleció y aun no se conocen los resultados para conocer si debe al covid-19. Esto ha hecho que el mandatario permanezca aislado debido a las sospechas, dejando como encargada a Selena Granados con quien desde su casa discute las decisiones de un pueblo que lo aquejan muchos problemas no solamente el coronavirus.
Las personas han sufrido el rechazo de pueblos vecinos durante la pandemia por el simple hecho de creer que los contagios provienen debido al irrespeto de las normas por parte de los puebloviejeros. Sin embargo, el alcalde reconoce que hay costumbres propias de la cultura costeña que conllevan a que muchas personas incumplan la cuarentena, pero también aseguro que son más las personas que deben salir por la necesidad de llevar sustento a los hogares por medio de prácticas características del pueblo como la pesca.
Las necesidades no parten solamente de lo alimenticio, la mala prestación de los servicios como es el caso de Electricaribe obliga a las personas a salir a la puerta de sus hogares, a mantener en las calles a la comunidad, la que continuamente protesta en contra de la administración del alcalde, quien afirma que la empresa de energía mantiene un sabotaje cada vez que asegura realiza las reconexiones. “Con estos calores extremos que están haciendo y se va la energía a veces no hay más opción que salir a la puerta, buscar aire y son momentos cuando puede haber contacto con otras personas. Si nosotros tuviéramos buenos servicios, eso ayudaría a que las familias respetaran el confinamiento” agrego el mandatario.
Con relación a la salud el servicio de urgencia no es el mejor, son escasas las camas de UCI y respiradores, obligando a que los pacientes críticos deban ser trasladados a Ciénaga o Santa Marta.
Ante tantos problemas que azotan al municipio el alcalde alzo la voz exigiendo ayuda a las autoridades: “En este momento, como alcalde, me siento solo. Hago un llamado para un SOS, para que así como el Gobierno Nacional intervino a Leticia, también lo haga con nuestro municipio, nuestras cifras demuestran un panorama difícil y solos no lo vamos a superar”.
El coronavirus, la pobreza o el olvido acaban lentamente con aquel pueblo humilde el cual guarda la esperanza de que la angustia en cualquier momento termine y que pronto lleguen las ayudas que tanto aclaman.
