AHORA LA CUENTA YA ES REGRESIVA

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Por: Luis David Duque
Hoy hace 15 años estaba iniciando este camino sin saber que me esperaba. Y recuerdo bien la fecha, porque aunque ya había trabajado en varias campañas como voluntario, decidí hacerlo profesionalmente y empecé por donde se debe empezar, escuchando en un curso intensivo a los mejores. En esos tres días tuve la oportunidad de ver, escuchar, compartir e inspirarme en gente muy grande de esta industria: Mario Elgarresta, José Luis Sanchis, Alfredo Keller, Joaquín Pérez Rodríguez, Carlos Manhanelli, JJ Rendón, Alex Castellanos, Ralph Murphine, Roy Campos y el mítico Dick Morris. Ellos eran en ese entonces “los estrategas del éxito”.

En ese momento soñaba con asesorar a grandes políticos y ser exitoso en la consultoría política. Lo que no me imaginaba era que iba a pasar más tiempo por fuera de casa que en ella, que trabajaría desde la frontera de Tijuana hasta el Río de la Plata en Argentina, que perdería relaciones muy fuertes por gajes del oficio y que tendría días tan tristes que al otro debían olvidarse para poder seguir de pie y no morir en el intento.

Orgullosamente he conocido y trabajado para gente maravillosa. Políticos excepcionales. Entre muchos, recuerdo con admiración a Luis Castañeda Lossio, el exalcalde metropolitano de Lima que fue solidario y dio dignidad a quienes vivían en los marginales conos limeños. A Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia que se jugó todo su capital político por un proceso de paz en un país en guerra por más de 50 años. A Gerónimo “el Momo” Venegas, líder sindicalista de los trabajadores rurales argentinos y el peronista más peronista que conozco. A Henrique Capriles, excandidato presidencial venezolano a quien vi rasgarse su voz y su alma durante una campaña inolvidable, donde asumí la lucha venezolana como propia. O a Juan Orlando Hernández, presidente Honduras, a quien pude acompañar en sus dos elecciones como presidente y fui testigo de primera línea de su lucha frontal contra los violentos que querían arrebatarle la paz y la tranquilidad al pueblo hondureño.

He tenido la oportunidad de trabajar hombro a hombro con personas profesionalmente admirables. Primero fue en Buró Político, luego en Vox Populi, después en JJ Rendón & Asociados y ahora en Estrategia & Comunicaciones. Allí estuvieron Germán, Adriana, Abad, José, Fabián, Lina, JJ, Ana María, Flavio, Francisco T, Aude, Walter, Pacho O, Joaquín, Julio, Iván R, Avidel, Iván A, Andrea, Alejandra, Valentina B, Valentina R, Christian, Valeria C, Valeria R, Isabella, Mauricio, Soraya y el gran “Charlie Zaa”, con quien en los últimos años he recorrido cada país de Latinoamérica, y aunque me ponga a sufrir cada vuelo pensando que lo va a dejar, siempre será el mejor partner para guerrear en cada territorio. De todos aprendí algo que quedó marcado para siempre en este ejercicio de la consultoría política. A todos infinitas gracias!!!

Sin embargo no todo ha sido color de rosa. Creo más bien que los momentos difíciles han sido un común denominador en estos 15 años. Por ejemplo, tener que cambiar de hotel cada 3 días en la campaña presidencial de Venezuela porque el régimen de Maduro había dado la orden de nuestra captura. Estar 6 horas en un cuarto pequeño en un aeropuerto sin requerimiento oficial o autorización formal, siendo interrogado y golpeado por funcionarios gubernamentales de la izquierda salvadoreña, por trabajar para un partido opositor y que se te roben toda la información digital que llevabas. Salir huyendo de un día electoral en México porque el candidato contrario había puesto valor por la información de nuestra ubicación. Pensar que tus amigos habían sido desaparecidos por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela y que luego aparecieran torturados y enjuiciados por crímenes que nunca cometieron. O recibir una llamada, anunciándome que mi amiga, “la jefa”, la que primero llamó después de mi separación laboral y que confió desde el inicio en mi propio nombre como consultor, había muerto en un accidente aéreo en Honduras.

En esta profesión, como dice Cacho Castaña en su tango: “canta garganta con arena, canta que la gente está aplaudiendo y aunque te estés muriendo, no conocen tu dolor” la función debe continuar.

Mi primera campaña la perdí y nunca la pagaron (o eso creo). Una campaña donde todavía creía que tener un candidato “bueno”, era suficiente para ganar. Todo inició en la icónica Cartagena; y pareciera que fuera un presagio. Creo que aquellas murallas fueron las que me iniciaron en el amor por los guerreros sin pensar en el pago por ir a batallas que no eran mías.

Hoy cuando todos estamos haciendo un alto obligatorio en el camino, que estoy seguro voy a extrañar más adelante, reconozco desde tierras cafeteras, que en la siembra, el abono y la cosecha también han estado clientes que hoy ya son amigos y hasta familia los que no quiero dejar de mencionar: la madrina en Manizales, la fuerza de Montería, el equipo de Antioquia, el loco de la media Colombia, el grupo imparable de la costa y por supuesto el “gallo” del equipo del cambio en mi amada Capital del Eje.

Ese sueño de asesorar grandes políticos y ser exitoso en la industria, se ha ido cumpliendo día a día, poquito a poquito como dice el Gran Combo de Puerto Rico: “esto tiene su truquito, esto no es llegué y pegué, esto lleva sus añitos, pa’ tocarse como es. Esto no viene en los libros, no se enseña en la academia, esto es poquito a poquito, luego el esfuerzo se premia”.

Nada de esto hubiese sido posible, si en mi casa, mi papá, mi mamá y hasta mis hermanos, no me hubieran dado de desayuno, almuerzo y cena, política. Nada hubiese sido posible si Sandra no me alcahueteara todos los días, mi gusto por el olor a pólvora. Y nada, absolutamente nada hubiese sido posible, sin la inspiración diaria de Salomé y Samuel de vivir #GUERREANDO.

Ahora la cuenta ya es regresiva. Así que felices 15!!!

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