Por: Anselmo Gual De La Hoz
Debo admitir que para mí fue un reto redactar esta columna en estos tiempos, más aun cuando nuestro departamento y nuestra ciudad requieren unión y no división, por ello, quise ser cuidadoso en cada palabra, para que los lectores y en particular el gobierno departamental y local no lo vean como una crítica destructiva sin aporte alguno, como generalmente le hacen ver a la ciudadanía y automáticamente quien respetuosamente realiza una sugerencia con el ánimo de que las entidades mencionadas mejoren sus actuaciones, se convierte en un potente enemigo, blanco de ataques constantes y descalificativos que se encuentran distantes del dialogo y el respeto.
Con tristeza he podido evidenciar en redes sociales la forma como miles de magdalenenses y samarios tratan de enviar un grito desesperado de ayuda al gobierno departamental y local sin tener éxito en su intento, y es ahí, justo en ese momento de resignación en donde el hambre y la falta de agua se dan cita con la desesperanza y la incertidumbre, convirtiéndose esta combinación inevitablemente en alteraciones al orden público y protestas, siendo así la administración departamental y distrital generadores de potentes focos de propagación del COVID-19.
Aunado a lo anterior, encontramos que los espacios destinados para repartir las ayudas existentes se convierten en desordenes, faltos de logística o mínima coordinación y con una gigantesca sensación de IMPROVISACIÓN en el ambiente transmitido por parte de los gobiernos departamental y distrital, estos calificativos no son escogidos por mí, así ha quedado evidenciado en múltiples ocasiones, como por ejemplo: En Santa Marta, las extensas filas sin forma y además sin las mínimas medidas de prevención a las afueras de Makro para reclamar el bono solidario otorgado por la alcaldía de Santa Marta, las entregas de mercados en Ciénaga, Magdalena, suspendidas a buena hora por el alcalde Luis Tete por la peligrosa aglomeración y desordenes presentados, los desmanes y saqueos acontecidos en Fundación, Magdalena generados por el reclamo justificado de fundanences que aseguraban estaban entregando ayudas desde la gobernación a ciudadanos que no estaban incluidos en el censo y que a toda vista no se les notaba una necesidad, entre otros.
Señor Caicedo, la mayoría de mandatarios departamentales del país han trabajado en conjunto con los alcaldes municipales, ¿por qué usted no? ¿por qué solo trabaja en conjunto con la alcaldesa de Santa Marta? ¿Por qué no gira oportunamente los recursos a los hospitales de los municipios? ¿Por qué eligió la Universidad del Atlántico para la realización de pruebas Covid-19 si la Universidad del Magdalena ya se encontraba más adelantada en el proceso de habilitación establecido por el Instituto nacional de salud? Gracias a Dios esto último cambió debido a que el pasado 17 de abril se radicó el proyecto ante el ministerio para realizar dichas pruebas en la Unimagdalena y UCC.
Todos estos interrogantes los dejo para que sean resueltos por cada uno de los lectores, por otro lado, muy respetuosamente le sugiero a la Alcaldesa Virna, trate de atender en tiempo real la situación de la ciudad, sin que ello signifique desarticularse del gobernador, la ciudad merece una inmediata reacción de su parte y en algunas ocasiones, por querer tomar medidas en conjunto con el gobernador se pierde tiempo valioso para los samarios que más necesitan su intervención.
No siendo más quiero terminar estas líneas expresando que no pertenezco a “los de antes” ni a “los de ahora que ya llevan 8 años gobernando”, simplemente soy un samario de 26 años, doliente de mi departamento y de mi ciudad, por ello, quiero poner a disposición de mis coterráneos, servicios jurídicos totalmente gratuitos en lo que necesiten para ayudar a mitigar en una pequeña medida las consecuencias ocasionadas por el COVID-19. Los que así lo deseen pueden contactarme a través del correo electrónico anselmo.gual@correo.usa.edu.co
