- Herrera Posada, alcanzó en tiempo justo recoger la simpatía, las emociones y la racionalidad de quienes vieron en él una opción que se aparta del continuismo.
Sumado al respaldo que desde el inicio le han profesado sectores que representan el voto de opinión y a un amplísimo renglón de quienes habían sido categorizados como indecisos; ahora se suman con determinación, a la candidatura de Aristides Herrera Posada, un grupo significativamente cuantioso de líderes políticos y ciudadanos de todos los sectores y estratos a los que llaman voto de estructura, que son fijos y disciplinados en el acompañamiento motivado por ‘El Man del Agua’.
Desde que Aristides Herrera Posada, llegó al debate que busca conocer a un nuevo alcalde para Santa Marta, el ajedrez político de la ciudad, cambió. Y es que Herrera Posada, alcanzó en tiempo justo recoger la simpatía, las emociones y la racionalidad de quienes vieron en él una opción que se aparta del continuismo y de la fría maquinaria, que es en esencia, lo que mostraba la naturaleza de los candidatos cuando aún no aparecía en el escenario Aristides Herrera.
Tal y como lo vaticinaron líderes populares, políticos y un marcado número de ciudadanos de todos los estratos, al ‘Man del Agua’, le llega el beneficio consignado teóricamente como la movilidad o la inercia de los votantes de cada una de las capas de la elección, que por la debilidad de todas las ofertas, se identifican con la más coherente y cohesiva de todas, la de Aristides Herrera. Esto en palabras de ‘buena crianza’ es llamado coloquialmente ‘efecto cascada’, que hoy baña de triunfo y en el pleno del preámbulo al máximo representante de esta candidatura.
Mientras Virna Johnsson, la candidata del continuismo, obedeció la orden de no sustentar su programa de gobierno, Aristides Herrera, se fue hasta la zona delta de los ríos que lanzan sus aguas desde la estrella de San Lorenzo en la hermosura agreste del macizo intertropical Sierra Nevada, se fue hasta los buses, hasta los cruces semafóricos, hasta los hogares samarios donde compartió con los menos favorecidos, navegó por las aguas putrefactas que históricamente han bañado de adversidades a Pescaíto y logró llegar y conquistar a cuanto ciudadano de a pie se encontró en el sendero proselitista. Eso hizo Aristides para reportar la conquista de hoy, que según encuestadores responsables, lo tienen metido en la final de este 27 de octubre.
El análisis solo se ocupa de la candidata Virna, por considerar que el estancamiento de Palacio, la propuesta insipiente de Díaz Costa y la poca independencia de Cárdenas, jugaron como factores lesionantes de las ofertas mismas, que los alejan de cualquier posibilidad de triunfo electoral.
