- En pleno receso escolar, cuando se espera recibir la visita de muchos turistas, Santa Marta da ‘pena ajena’ por sus calles deterioradas y aguas fétidas.
Indignados se encuentran los comerciantes legales establecidos en las principales calles del Centro Histórico de Santa Marta debido a la cantidad de huecos que constituyen ‘trampas humanas’ peligrosas.
En la calle Santo Domingo (16) con carrera 4 (Avenida Hernández Pardo) diagonal a la emblemática Catedral Basílica existen zanjas profundas que exponen la vida de los transeúntes. No solo hay huecos riesgosos sino que también hay bolardos desprendidos, dando un mal aspecto a los visitantes.
A lo largo de la Avenida Campo Serrano o la Carrera Quinta como se le conoce popularmente, es común encontrar más ‘trampas humanas’ con palos o tablas para advertir a las personas que recorren a pie esta vía que concentra el comercio samario tanto formal como informal.
Lo más preocupante del asunto es la desidia gubernamental por parte del alcalde Rafael Alejandro Martínez quien como primera autoridad no exige a los miembros de su gabinete salir del ‘confort’ de sus oficinas para percatarse de la destrucción progresiva que se registra en el Centro Histórico y acometer las soluciones que se ameritan.
“Da pena ajena el deterioro en que se encuentran varios sitios iconos de la ciudad como el Parque Bolívar, el malecón Rodrigo de Bastidas y algunas calles peatonales; sobretodo cuando nos apostamos a recibir la visita de turistas que aprovechan la semana de receso escolar con puente festivo a bordo”, dijo un empresario consultado por periodistas de Revista 7.
Fue enfático al exaltar la iniciativa de varios comerciantes, residentes e inversionistas en el Centro Histórico que preocupados por la situación se han unido para hacer equipo y trabajar juntos por la preservación de las edificaciones, lugares históricos y espacios públicos que están siendo ocupados por mendigos y personas en situación de calle.
