- Viven de la caridad pública del vecindario, que está en desacuerdo con una carpa a un lado de la calle y la ropa tendida en la cerca del sector.
Deprimente la pauperización de algunos sitios de la ciudad, debido a las precarias condiciones de vida de algunas familias que llegaron del vecino país de Venezuela y ante la falta de un hogar digno para guarecerse, han optado por ocupar terrenos baldíos vecinos de zonas residenciales.
En el oriente de la ciudad, cerca a la zona universitaria, en plena calle frente a la Terminal de Transporte de Santa Marta, hace varios días se encuentra una familia migrante que se ampara bajo una carpa, lava su ropa al aire libre y luego la tienden cerca del lugar, presentando un feo aspecto a esta zona residencial.
Las comunidades vecinas han hablado con las autoridades de Policía, con el Bienestar Familiar y con la Administración Distrital para que hagan algo, en virtud que allí conviven varios menores de edad, quienes presentan avanzado grado de desnutrición, pero a la fecha continúan allí viviendo de la caridad pública y la intemperie soportando la inclemencia del sol o la lluvia.
“Este problema ha sido expuesto a todas las autoridades locales, vienen toman nota, pero no pasa nada. Los menores como son niños al fin, hacen sus necesidades en la calle y sufren pasando mucho trabajo porque no tienen alimentos. Esa carpa y la ropa tendida en los alambres de las cercas, le da un mal aspecto al sector”, dijo Rebeca Miranda González residente en la urbanización Ciudad del Sol II.
Por su parte algunos vecinos a la Terminal de Transporte de Santa Marta anunciaron que van a tener que recurrir a Migración Colombia para que haga algo pronto, ya que cada día es más deprimente el estado de esta familia que llegó de Venezuela en busca de mejores horizontes, pero está pasando una verdadera tragedia humana y expuestas a una enfermedad o como bien lo interpreta el artista Juan Luis Guerra pasando ‘el Niágara en bicicleta’.
