• El hombre había sido detenido en repetidas ocasiones y hace algunos meses fue expulsado del país. 

Como Francisco Eduardo Salazar Andrade fue identificado el hombre de 25 años y nacido en Venezuela, a quien la Fiscalía judicializó por el delito hurto agravado tentado y atenuado.

Al término de la imputación el investigado no aceptó el cargo y la juez de control de garantías, del Complejo Judicial de Paloquemao, le dictó medida de aseguramiento en la cárcel Modelo de Bogotá.

El hombre que además aseguró haber cruzado la frontera por Cúcuta de manera ilegal hace un año, en cuatro meses fue aprehendido varias veces robando en la modalidad de hormigueo en almacenes de cadena. En sus prendas de vestir ocultaba abarrotes, productos de aseo y alimentos. Al parecer, en algunos casos cubría los códigos de barras o arrancaba las envolturas para evitar ser descubierto. En total fueron once capturas.

En el Spoa (sistema de información) de la Fiscalía se estableció la trazabilidad de las actividades delictivas del procesado. Su primer registro en una URI data del 16 de mayo último y, dos veces antes de terminar el mes también fue aprehendido. Igualmente se conoció que investigado habría extendido su actuar a la ciudad de Medellín (Antioquia), donde supuestamente intentó sacar sin cancelar varios productos de una reconocida súper tienda.

De igual forma, en junio de este año había sido expulsado del país por la zona de Paraguachón tras haber quedado libre en uno de estos procesos. Esa expulsión le impide el ingreso al territorio nacional por un lapso de 5 años contados a partir de la fecha, medida que es evidente no es efectiva debido a que existen formas de cruzar la frontera sin ser detectado por las autoridades.

En los meses de julio, agosto y septiembre aparecen nuevos reportes en distintas localidades de Bogotá. Todos señalan a un hombre de un metro ochenta de estatura y 90 kilos de peso y con color de cabello rubio intenso, capturado por robo en la modalidad de hormigueo. En estos casos quedó libre porque fue detenido antes de salir del almacén, no consumarse el robo y devolver los elementos.

A pesar de la dificultad para determinar su identidad porque al momento de las capturas no tenía consigo un documento que lo hiciera posible o porque daba a conocer apellidos distintos, fue a través de los testimonios de los guardias de seguridad que se estableció plenamente su identificación basándose en los rasgos físicos y el tinte que utiliza para dar color rubio a su cabello.