- El gremio hotelero de Santa Marta exalta los 52 años de existencia del hotel La Sierra en El Rodadero por su papel protagonista en el turismo de Santa Marta desde que inició operaciones con ese nombre en 1967.
Ubicado en el balneario más conocido y popular de Santa Marta el hotel Be La Sierra es reconocido por cientos de familias que tienen en él recuerdos de vacaciones inolvidables o postales de la Bahía de Gaira, lugar ideal para la práctica de los deportes acuáticos, pesca submarina, esquí y otros. Está ubicado a pocos metros de la playa, frente al mar.
En la actualidad, el hotel atiende al mercado del turismo y el corporativo; tiene acondicionados sus servicios para responder a las necesidades de los ejecutivos que al alojarse en él encuentran la posibilidad de disfrutar del mar, de la playa y de los atractivos de El Rodadero. Be La Sierra se encuentra a solo 15 minutos del Aeropuerto Simón Bolívar y a otro tanto del centro histórico de la ciudad.
El hotel es operado por la cadena Germán Morales Hoteles desde el año 1976 y funciona con los estándares de la marca be de la organización. De las 12 habitaciones que tuvo en sus inicios hoy ofrece 74, más un bar, salones de conferencias con capacidad para 20, 50 y 120 personas, y acaba de poner en servicio una piscina que complementa el conjunto de sus ventajas.
Be La Sierra vio surgir, crecer y evolucionar El Rodadero. Rodrigo González, director del hotel durante los últimos 25 años, dice que el secreto de su vigencia es ser parte de la cultura de la cadena Germán Morales Hoteles. “Conocedora del negocio hotelero, la cadena vive actualizada, en un mercado cambiante y exigente. Hemos sabido evolucionar con las necesidades y gustos de los huéspedes; a lo que hay que sumar que somos el hotel mejor ubicado no solo del Rodadero, sino de Santa Marta; lo que nos mantiene con un 60% de ocupación promedio, cifra que sube en temporadas altas”, explicó González.
Con 45 años de experiencia en el sector hotelero, González ha sido parte fundamental de be La Sierra, considerado un ícono de los hoteles en la ciudad. “Hemos sido participes del desarrollo turístico de Colombia”, dice este hombre que empezó en el universo hotelero como recepcionista en el hotel Ambalá en el año 1975. Después, con disciplina, juicio y querer ser, escaló posiciones y obtuvo cargos directivos en las agremiaciones del sector. Hoy es reconocido por su trayectoria en la industria del turismo.
