- A diario en los buses suben personas ofreciendo productos de ventas para lograr los medios de subsistencia para ello y su familia.
Control para los vendedores ambulantes que se suben a los buses del servicio público de pasajeros de la ciudad, a ofrecer sus productos de ventas, exigió un sector de la comunidad, ante el acoso que a diario se ven sometido por estas personas, en su mayoría proveniente del vecino país de Venezuela.
De acuerdo con los denunciantes, no se oponen a que se ‘rebusquen’ por las condiciones casi que infrahumana en que se encuentran en la ciudad, donde necesitan los medios económicos para su supervivencia, pero se exceden cuando el conductor le da la oportunidad para que ofrezcan sus productos, casi que obligan a los pasajeros a que les compre.
Los denunciantes advirtieron que es interminable la romería de vendedores y malabaristas en cualquiera de las rutas de la ciudad. Los hay que venden dulces, refrescos, música, libros y otros elementos como la venta de fajos de billetes devaluados que hacían parte de la moneda del hermano país de Venezuela.
“No es que estemos inconforme con esta situación, porque todo tienen derecho a sobrevivir, máxime cuando se trata de familias que han salido de su país, en busca de mejores oportunidades laborales, debido a la crisis económica que afronta esa nación”, dijo Jesús Mendinueta Castañeda, pasajero de uno de los buses abordados por vendedores.
Pasajeros y conductores solicitaron de la Administración Distrital diseñar programas sociales de ayuda a estas familias, para evitar en lo sucesivo que sigan subiendo a los buses para ofrecer sus productos.
