Actualmente, los partos de niños de padres venezolanos superan los partos de niños colombianos.
Según lo explicado por una migrante a la columnista, “los colombianos prefieren irse a vivir juntos y comprar un perro, mientras que las mujeres venezolanas prefieren casarse para tener hijos, ya que por cada uno reciben un subsidio”, método que es conocido como las misiones de los gobiernos Chávez – Maduro, donde daban dinero a madres cabeza de hogar y a madres solteras, lo que causó un cambio demográfico en ese país, porque hasta las adolescentes se cobijaban con esos incentivos.
De acuerdo con los datos aportados por Migración Colombia, alrededor de 20.000 bebés de padres venezolanos han nacido en Colombia durante los últimos dos años y medio.
“Una tasa de natalidad que en ciudades como Barranquilla y Maicao supera la de los colombianos”, comenta Palacios.
Además, manifiesta que de 2017 a 2018 aumentó en un 151% la atención a niños, niñas y adolescentes en el ICBF; en 220 %, a mujeres; y en 150 %, los casos de restablecimiento de derechos a hijos de venezolanos Mientras que en Profamilia aumentó en 148 % la atención a venezolanas en zonas de frontera en lo que va del año.
Sin necesidad de tener presentes las cifras mencionadas, es evidente la magnitud del problema. Las escenas de mujeres naturales de Venezuela con niños en brazos situadas en semáforos o en esquinas pidiendo limosna, son el pan de cada día.
“Cada vez que veo un venezolano en las calles pidiendo dinero con un bebé en sus brazos, me pregunto por qué las personas con el futuro absolutamente incierto, con un presente de mera supervivencia, traen hijos al mundo a padecer peor que sus padres, pues los niños quedan más expuestos a sufrir secuelas para siempre si aguantan hambre, frío, calor, discriminación, etc.”, mencionó la columnista.
Frente a este tema, pronto se va venir una polémica, puesto que el Gobierno, la Procuraduría, Registraduría y Defensoría están elaborando una resolución que otorgará la ciudadanía colombiana a los niños de padres venezolanos que nazcan en el país, eventualidad que no está permitida por la Constitución, pero la Corte abrió las posibilidades.
