- Aquí no se examina el contexto jurídico de la decisión. Sino su connotación política.
El Presidente Duque tomó una decisión relevante al no designar un alcalde encargado para Santa Marta de la terna que presentó el Movimiento Fuerza Ciudadana.
En términos prácticos, la solución de los problemas cotidianos de los samarios, así como el abordaje de soluciones estructurales como el abastecimiento de agua potable, están en manos del Presidente Duque, a través de su encargado.
Y ese es el punto. Hasta ahora hay sectores partidistas y de opinión que se quejan que fuera de los cambios burocráticos no se vislumbra que la Administración que representa a Duque en Santa Marta haya tomado el toro por los cuernos diseñando e implementando las medidas de gobierno que se requieren con urgencia.
“El alcalde Rugeles está facultado legalmente, mientras dure su encargo, a gobernar y a tomar decisiones administrativa con audacia y determinación en favor de todos los samarios“, dijo un dirigente empresarial de la ciudad.
Tanto las soluciones de contingencia, como las medidas estructurales para resolver el desabastecimiento de agua requieren total firmeza por parte del alcalde encargado y para ello debe movilizar todo el poder del gobierno central y a la sociedad samaria, sin importar cuanto dure su encargo.
“En términos también políticos, el desgaste y el costo reputacional de la ‘Administración Duque en Santa Marta’ será enorme si no se muestran avances en soluciones para los samarios, y en su lugar se fortalecerá electoralmente el candidato o candidata a la alcaldía de Fuerza Ciudadana”, terminó diciendo.
