- Revista7 analizó la situación jurídica del posible reemplazo de Palacio en el Concejo.
En la mañana de este martes el concejal Juan Carlos Palacio oficializó su renuncia para abrirle paso a su campaña a la Alcaldía de Santa Marta. Con su salida por ley debe ingresar el segundo de la lista del partido Conservador. Cumpliendo con lo estipulado en la norma, Nelson Calderón, debería posesionarse como cabildante y remplazarlo, teniendo en cuenta que sacó la segunda mayor votación: 2.674 votos.
Sin embargo, hay un detalle que podría aguar la fiesta y cambiar los acuerdos políticos al interior del partido: Calderón podría estar inhabilitado. Revista7 consultó al abogado Humberto Díaz Costa para establecer, desde el punto de vista jurídico, si el político puede o no asumir la curul en la corporación Distrital.
“Calderón no puede posesionarse, está inhabilitado porque está incurso en doble militancia”, aseguró a este medio Díaz Costa. El jurista sostiene que el posible reemplazo de Palacio no pertenece al partido Conservador desde que inscribió su candidatura a la Cámara de Representantes por el Centro Democrático, es decir, ya no es militante de los azules.
“En caso de posesionarse podría ser su muerte política, puesto que la doble militancia es una causal de pérdida de investidura”, puntualizó el abogado.
Esta revista se comunicó con Nelson Calderón para conocer su posición y, contrario a lo expresado por Díaz, el conservador fue enfático en decir que está tranquilo y no tiene ningún impedimento legal para ocupar el puesto de su copartidario.
“He consultado y me siento seguro del paso que puedo dar. La doble militancia se da cuando se ostenta una dignidad, en mi caso no llegué a hacer representante por lo tanto todo se borra y volví al partido, del cual nunca renuncié. No hay ningún lío”, afirmó Calderón.
Serán las autoridades competentes quienes tomen la última palabra sobre esta polémica. De existir algún impedimento, la curul deberá ser asumida por el tercero de la lista, es decir, Luis Manuel Paredes.
Lo cierto es que ya se comienzan a barajar las cartas electorales en la capital del Magdalena y las campañas calientan sus motores, empiezan a pasar del dicho al hecho.
