- El hombre que fue ejecutado por el Imperio Romano en el siglo I, era un judío de piel oscura procedente de Oriente Medio.
Los múltiples retratos de Jesús que se han pintado a través de la historia retratan a un Hijo del Hombre de raza blanca, pese a que en la Biblia no aparece descripción física del hijo de Dios.
En la mayoría de los templos cristianos, Jesucristo es representado como un hombre blanco, con rasgos similares a los de un individuo europeo, rasgos apreciados incluso en las películas que reviven el paso de Jesús por la tierra.
Sin embargo, teniendo en cuenta datos históricos, el hombre que fue ejecutado por el Imperio Romano en el siglo I, era un judío de piel oscura procedente de Oriente Medio.
Esta apreciación que se ha debatido por años parece seguir siendo invisible para los devotos, según explica Robyn J. Whitaker profesora del New Testament, Pilgrim Theological College de la Universidad de Divinity en Australia, en un artículo publicado por la BBC.
Whitaker asegura que el verdadero aspecto de Jesús es importante, explica que “como sociedad, somos plenamente conscientes del poder de la representación y de la importancia de la diversidad de los modelos de conducta”.
“Asimismo, la afirmación teológica de que los humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios tiene consecuencias: si Dios siempre es representado como un hombre blanco, por defecto los humanos serán blancos, idea bajo la que subyace un racismo latente”, explica la profesora.
Además, señala que el Jesús blanco representado por el hombre, habría contribuido a cometer actos terribles. “Históricamente, el blanqueamiento de Jesús ha contribuido a que los cristianos hayan perpetrado algunos de los más terribles actos antisemitas documentados”.
