- Expertos advierten que sin agua, el peligro de confrontación aumenta.
Una serie de apagones masivos desde el pasado 7 de marzo tienen a Venezuela en estado crítico, una de las consecuencias ha sido el desabastecimiento de agua.
La situación se ha agudizado, sobre todo en Caracas. “Tenemos niños pequeños y no tenemos con qué darles una gota de agua para tomar”, exclamó María Rodríguez, en la capital venezolana, según informó el portal Pulzo.
Ante la emergencia, Nicolás Maduro, presidente del país vecino, anunció, en una cadena de radio y televisión el domingo, decretó una racionalización de electricidad de 30 días en los que pretenden resolver los fallos que han generado los apagones.
Sin embargo, la situación cada día se torna más crítica. “No tenemos agua, no tenemos luz, no tenemos Internet, no tenemos teléfonos, estamos incomunicados, hemos llegado a lo peor que hemos podido imaginar”, se quejó Joaquín Rodríguez.
El apagón colapsó el suministro de agua. En muchos barrios de Caracas, se observan largas filas de familias enteras cargando baldes para captar agua de roturas de tuberías, cunetas, de los camiones cisterna proporcionados por el gobierno o de lo poco que fluye por el río Guiare.
Más allá de la tensión entre el gobierno y la oposición, los expertos advierten que urge solucionar la falta de agua.
“Puedes sobrevivir sin luz, pero no sin agua (…) El peligro de confrontación aumenta porque pones a la gente en un límite crítico”, advirtió al analista Luis Salamanca.
