- El suceso trascendental de “Yeyo” con el equipo samario, sin lugar a equívocos, fue el gol de 45 metros que le anotara la inolvidable noche del 12 de diciembre de 1968, a Rosendo Toledo.
Por: Alberto Camilo Blanco Jiménez
Si alguien se dedica a escribir sobre la grandeza de la familia Palacio en el fútbol, tendrá que tomar necesariamente como marco de referencia a Aurelio Alberto Palacio Yánez, en virtud a que fue el primer exponente de esta vena futbolística, que más tarde se constituiría en un apellido dinástico, por la aparición de jugadores con altas habilidades deportivas que enaltecieron al fútbol samario, del magdalena y Colombia, durante las décadas de los sesenta, setenta, ochenta y noventa.
Historia familiar
“Yeyo” nació un 15 de febrero de 1945, en nuestra ciudad, con un balón enredado en el cordón umbilical, por los genes futbolísticos de los Yánez, en virtud, a que la autora de sus días Celedonia, era familia del destacado jugador de los Olímpicos del 28, Aníbal “El pollo” Yánez, entonces Aurelio por la vía materna heredó el ADN que contribuiría a darle las capacidades físicas y fisiológicas para la práctica de este deporte. De Justo Pastor Palacio, su padre heredó el temperamento y la audacia de este navegante Guajiro que vivió la mayor parte de su vida desafiando las olas y los vientos marinos. “Yeyo”, tiempo después se convirtió en el primer botón de muestra futbolística de la estirpe de los Palacios.
Inicios
El primer capítulo del libro del fútbol, lo comienza a escribirlo en el equipo ferro talleres de “Jaricho” Valderrama” en la Kra. 2ª, entre las calles 6 y 9 del barrio “Pescaíto”, en los umbrales de la década del 50. Sus potencialidades futbolísticas le permitieron hacer parte de los mejores equipos de la liga departamental como “Termarit” y el “River Plate”, entre otros. Más tarde y gracias a sus cualidades deportivas, es llamado por el entrenador Andrés “Bolón” Acosta, para integrar la selección Magdalena que participó en el Torneo Nacional de Girardot en 1963 y al año siguiente en Ibagué, En ese certamen, Magdalena fue subcampeón , tras ser derrotado por el equipo local, Tolima uno por cero.
En esta selección, además de “Yeyo”, se recuerdan a grandes jugadores como Jaime Deluque, “joche” Vargas, “Mañe” Manjarrés , Hermenegildo Segrega, Wilson Garcés, Leo Hernández, Wilson Garcés, entre otras figuras. Aurelio Palacio, para cerrar su página gloriosa con las selecciones departamentales, integra el equipo que, en 1965, obtendría el título Nacional en Barranquilla.
Juega en Barranquilla
Su alto desempeño, le sirve para que el entrenador Antonio Julio de la Hoz, “Campeón Unión 68”,
Lo vincule al balompié Barranquillero, exactamente al “Club Robertico” de Roberto Sper y allí en la Liga del Atlántico brilla como defensor Central.
Unión Magdalena
Entra al fútbol profesional, con un nombre y un apellido ganado con lujo de detalles en las difíciles arenas del fútbol aficionado, de tal forma que no llegó como uno más, sino por el contrario, entra un jugador con unos altos niveles de competencia, para afrontar el reto del exigente fútbol profesional. Más temprano que tarde, comienza a figurar en la titular del Unión Magdalena 1966, al lado de Pedro Vásquez, Iván Ponzón, Pablo Huguet, Osvaldo “chicho “Terra Moreno y los brasileros “Quarentihna”, Jailton, Wagner Rodríguez Braga, Iris de Brito, coronel, Concalvez. Al lado de esas figuras, “Yeyo”, de entrada, fue jugador importante del Unión, con el apoyo de Santos Cristo, que dirigía al equipo Samario por aquellas calendas y lo ubica como marcador de punta derecho. En 1967, este entrenador es destituido y llega en su remplazo, el paraguayo Aurelio González y al lado de “Toto” Valderrama, inician el proceso que desembocaría felizmente, en el título del Unión en el histórico año del 68. Es técnico “Guaraní”, vuelve a su País y recomienda a su compatriota Vicente Sánchez, quien a la postre obtiene el título del torneo apertura de 1968.
Cincuenta años de un histórico gol
El suceso trascendental de “Yeyo” con el equipo samario, sin lugar a equívocos, fue el gol de 45 metros que le anotara la inolvidable noche del 12 de diciembre de 1968, a Rosendo Toledo, portero del Deportivo Cali al minuto 13 de la etapa inicial, en el partido de ida de la final del campeonato. Esa noche, “Yeyo” escribió su nombre y apellido con letras doradas y en alto relieve en la historia del onceno Samario ante el Cali y más aún, cuando el equipo samario empata a dos goles aquí en Santa Marta, con el equipo azucarero el 19 de diciembre y se corona campeón. A partir de ese momento, el apellido Palacio, vivirá para siempre en la memoria y en el corazón de los aficionados del “Ciclón”, hasta el final de los tiempos. Jugó 337 partidos con el Unión, marcó 8 goles, desde 1967 hasta 1974. Un partido y un gol, lo inmortalizaron para siempre con el equipo Samario.
Hombre de Trabajo
Laboró en la empresa Puertos de Colombia, gracias a Florentino Noguera Ramírez (q.e.p.d), luego de jugar en el grandioso equipo aficionado de Termarit. Hoy disfruta de una merecida pensión.
Su vida como Entrenador
Creó la escuela “Yeyo” Palacios, la cual durante más de 20 años, contribuyó a fundamentar a los niños en el barrio Los Almendros, de manera masiva
Volvió al colegio
Suspendió los estudios para dedicarse por completo al fútbol. Después al colgar los guayos como jugador y las sudaderas como entrenador, bajó los libros del estante y se dedicó a terminar su bachillerato en la jornada nocturna del liceo del norte.
Aurelio palacio Yanes, el precursor de la dinastía Palacio, escribió una sobresaliente vida deportiva que debe servir como ejemplo de superación a las generaciones del presente. “Yeyo”, inmortalizó a los Palacio, por ello, es estos cincuenta años de la celebración del título del 68, le tributamos honores al gran Aurelio Palacios Yánez.
