Un título entre escuelas, entrenadores y jugadores

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  • Nuestra admiración y gratitud al gran “Toño” De la Hoz y Todo honor y toda gloria, a estos héroes de carne y hueso del 68.

Por: Alberto Camilo Blanco Jiménez

Antonio Julio De la Hoz, actuó en dos temporadas en el medio campo del Unión Magdalena: una en el año de 1954, bajo la dirección técnica del uruguayo Orlando Luis Trocolli; y la otra en 1956, con el insigne Moisés Ponce Lozano.

Aquí cierra su ciclo como jugador en el equipo samario y cuatro años más tarde vuelve, pero en el rol de entrenador en 1960.

Previo a su llegada, la Escuela Argentina, había hecho acto de soberanía con dos entrenadores  de reconocida trayectoria: el primero, Rodolfo Orlando Orlandini, en 1957, seleccionado por su país a los Olímpicos de Ámsterdam en 1928 y Mundial de Uruguay en 1930 y ex seleccionador de Ecuador, con él llegaron sus coterráneos Alberto Pascalle, Jorge Jofré, Rubén “El turco” Deibe y Ulilo Democracio Acevedo ( Padre del periodista Ulilo Acevedo Silva) y el segundo, Fernando Paternóster, 1959 , quien trajo como carta de presentación también la actuación en la Selección Argentina en los olímpicos de 1928 en Ámsterdam y en el Mundial de Uruguay 1950, además de la  conquista del título con Nacional en 1954. Con Fernando, llegaron sus paisanos, Oscar González, Víctor Castaldi, Oscar Contreras, Antonio Gianone, Raúl Piraíno, Héctor Lélez, Alfonso “Petizo” Núñez y Jorge Marcilla.

Tanto entrenadores como jugadores aparte de su método de entrenamiento y estilo de juego, dejaron el legado del profesionalismo que demanda esta exigente práctica deportiva. No registro el año de 1958, porque el Unión Magdalena no participó en el torneo.

Al asumir la conducción técnica Antonio Julio De la Hoz, en 1960, termina en gran medida la escuela Argentina y aparecen los Brasileros, Roberto Da Silva, José Julio Mendonca, Alfredo y Wilson Pereira, Unión termina el campeonato en el penúltimo lugar, sumido en una gran crisis económica que lo saca del rentado Nacional por dos años.

En 1963, reaparece el equipo samario, con una base de la Selección Magdalena, campeona de los Juegos Nacionales de ese año y algunos refuerzos extranjeros. Como en la década anterior, en la del presente, los futbolistas samarios van a cumplir un gran protagonismo en las buenas temporadas que se avecinan, al lado obviamente de los extranjeros.

 En 1964, asume la dirección técnica Ricardo Diez “El zorro plateado”, de nacionalidad uruguaya pero con gran experiencia en el balompié brasilero, de tal manera que continúa la Escuela de ese País, con Rafael Ferreira Do Amaral, Laercio de Paula Acosta, Waldir Franco, Joel Marcelino Do Santos, Delmo Expedito Santana, y Leandro López “Odacyr”, pero también aparecen los Argentinos, Omar Lorenzo Devani, Floreal Rodríguez, Helmo Palomino y Carlos Antonieta. De aquí en adelante se iniciaría el proceso que terminó con el título en 1968, lógicamente con el concurso definitivo de los futbolistas del patio.

En 1965, sigue la sangre Brasilera, en esta ocasión con un gran representante como “Quarentinha”. El entrenador Ricardo Diez, es reemplazado por el Gaudencio Thiago de Melo y con él, más Brasileros: Luis Carlos Cunha, Antonio Do Santos, Danilo Alves, Pinto, Luis Carlos Franca, Edson Assis Pinto, Jailton Raimundo Do Santos, José Nagel de Melo y el estelar Paulo César Lima. Es necesario, en este justo momento mencionar a los Samarios Alfredo Arango Narváez, Manuel Manjarrés Jiménez, Jaime De Luque Barros, Iván Ponzón, Gabriel Tejeda, David Rivas, Alcides Pinedo, Eduardo Escorcia, José Vargas Cabana, Luis Roy, Pedro Brugés, quienes habían ascendido de la rama aficionada. Años más tarde serían vitales en la conquista del título del 68. Gaudencio, no termina el año por presión de los Directivos y Marinho Rodríguez de Oliveira, finaliza la temporada.

En 1966, Marinho, es sustituido por su Paisano “Santos Cristo” y sigue la Escuela Brasilera con Almyr Iris de Brittos, Edison Da Silva, “Livinho”, “Coronel” Ary Concalvez, Wagner Rodríguez Braga. Es menester destacar la contratación del Paraguayo Ramón “Moncho” Rodríguez. El notable concurso de los Samarios Aurelio Palacios, Miguel Pérez Vega, Oswaldo “Chicho Terra” Moreno, Wilson Garcés, Pablo Emilio Huguet, Leo Hernández, Pedro Vásquez Rossete, entre otros.

En 1967, “Moncho” Rodríguez va al Pereira, Miguel Pérez y Pedro Brugés pasan al Junior. Continúan Odacyr, Livinho, Coronel, Jailton y Wagner Rodríguez. También se mantiene “Santos Cristo”, pero al poco tiempo, se cierran las ventanas Brasileras, “Toto” Valderrama, tomo el control momentáneamente, mientras contrataban al titular, el Paraguayo Aurelio González y de esta manera, se abrirían las puertas a la Escuela Guaraní, determinante en cierta forma del título del 68, con los jugadores: Eugenio Samaniego, Diógenes Martínez, Eugenio Félix Arámburo, y José Quiñónez. Sumado el Argentino Hugo Sgrimalia y los Brasileros: Orlando Basilio, Nivaldo Peixoto, “Pipico” y “Geninho”. Los buenos Samarios, Efraín Padilla López, Roberto Noriega, Jorge Lacera, José del Carmen Arango, Jairo Bermúdez, Rafael Vives y Modesto Cervantes. En este año, se sentaron las bases para el título, especialmente en el segundo semestre, cuando se mantuvieron 12 fechas sin perder y le quitaron al América un invicto de 22 fechas en nuestra Ciudad. Recordemos  la nómina de ese gran suceso: Jaime De Luque, Aurelio Palacios, Pedro Vásquez, Hugo Sgrimalia, Pablo Hugueth, Manuel Manjarrés, Eugenio Samaniego, Peixoto,  Odacyr, Pipico, y Efraín Padilla López.

1968, año el título

Como novedad en este histórico año, el gran entrenador Aurelio González, quien había realizado un buen trabajo con el Unión y las Selecciones Magdalena, al lado de “Toto” Valderrama, fue nombrado técnico de la Selección Paraguaya y recomienda a su compatriota Vicente Sánchez y continúa con el buen proceso de su antecesor. Trae al excelente portero Justo Ramón Sayas, Obdulio Torres y Avelino Guillén. “Toto” Valderrama, oficia como preparador físico. Unión Magdalena, gana el torneo apertura y obtiene el derecho de disputar el título de ese año, con el ganador del torneo finalización. Hicieron parte de este grandioso logro Justo Ramón Sayas, Jaime De Luque y Jairo Bermúdez, Aurelio Palacios, Pedro Vásquez, Pablo Huguet, Obdulio Torres, Iván Ponzón, Leo Hernández y Justo Palacio, José Quiñonez, Manuel Manjarrés, Eugenio Samaniego, Pipico, Odacyr, Avelino Guillén, Efraín Padilla, Wagner Rodríguez, Juan Asís Tejeda, José del Carmen Arango, Alfredo Arando y Ramiro “Chicho Mono” Granados.

En el torneo finalización asume la conducción técnica Antonio Julio De La Hoz, ante la renuncia de Vicente Sánchez. Salen Pipico, Odacyr, llega Líder Toledo, vuelve Ramón “Moncho” Rodríguez y Juan Martínez, se integra Raúl Peñaranda. El torneo finalización lo gana el Deportivo Cali y adquiere el derecho de disputar el campeonato con el Unión Magdalena, en partidos de ida y vuelta. En Cali, el 12 de diciembre. El equipo Samario, gana uno por cero con un espectacular gol de media distancia de “Yeyo” Palacios. El 15 de diciembre.

En Santa Marta, luego de ir perdiendo en el primer tiempo dos goles por cero, en el segundo tiempo con goles de Raúl Peñaranda y Ramón “Moncho” Rodríguez, empata el partido y el Unión Magdalena se corona campeón ante el portentoso equipo de “Pancho” Villegas, aquél memorable 15 de diciembre de 1968. Nuestra admiración y gratitud al gran Antonio Julio De la Hoz y Todo honor y toda gloria, a estos héroes de carne y hueso del 68. 

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