Por: Melquisedec, “El Náufrago”
Desde El Morro
Las crisis del agua suelen ser crisis de gobernanza, sentencia la Oecd, y en ellas se hace palmario que algunas formas de gestión obstaculizan la formulación y la implementación de políticas del agua; el anuncio reciente del Ministerio de Vivienda, cuya competencia comprende la administración y dirección del servicio de agua potable, es la cuota inicial para superar la crisis que padece la ciudad de Santa Marta, desde hace varios decenios, problemática identificada en estudios de los años ochentas y en la evaluación a la operación del servicio de agua por un concesionario, que cumplió el periodo del contrato, pero que no contribuyó a identificar eficientemente los problemas que trae consigo el crecimiento de la ciudad y mucho menos a plantear serias soluciones.
Un elemento de la crisis de Gobernanza del Agua, es la discusión entre las autoridades asociadas a la administración del territorio que alberga a Santa Marta, que deja a trasluz un conflicto de competencias, en el que se desperdician las capacidades del ente territorial, de una Corporación Autónoma Regional, Parques Nacionales, y más preocupante aún, es que el desencuentro institucional descuida la problemática más sensible del territorio: la huella hídrica y su impacto en La Estrella de San Lorenzo y en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Como quiera que el Viceministro de Agua, avala la captación de agua de los ríos Toribio y Córdoba, es pertinente recordar que en el 2013, el Director Ejecutivo de la Fundación Pro-Sierra Nevada de Santa Marta, reiteraba que la Estrella de San Lorenzo es una zona estratégica del macizo, entre otras, por su alto potencial hídrico y destacó, en ese momento, que la Alcaldía Distrital pudiese mirar la cuenca del río Guachaca como tributario para el acueducto de la capital del Magdalena.
Significa que los dichos de los representantes, por un lado, del ente rector del agua potable, y por el otro, el vocero de una respetada Ong ambientalista de la ciudad, están en prospectiva de la Gobernanza del Agua, es decir, que será eficiente, si se atiente el problema de manera integral, conservación de las áreas y el suministro de agua potable a los pobladores del territorio.
La Gobernanza del Agua delinea unos principios que, asumidos por todos, reduciría las distancias, por ejemplo entre los servidores públicos que aún no afinan que son competencias complementarias, de los gremios de la ciudad en cuanto a comprensión integral de la problemática, ello denota que aún no somos conscientes, que las soluciones implican un Pacto Ciudadano por el Agua en el Territorio, especialmente hoy, a más de cinco lustros de la primera cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, en cuyas conclusiones se retrata la problemática de la Sierra Nevada de Santa Marta y su entorno, es decir, en la montaña comienza a escasear el agua potable, el bosque desaparece paulatinamente, y las especies vivas endémicas están en vía de extinción
En la ciudad brasileira, se diagnosticaron los principales males que acechan a nuestro planeta y que, en el contenido de la orbital convocatoria, se plasma la problemática de la Sierra Nevada de Santa Marta y su entorno, asociada a la pobreza absoluta, que se ensaña con los seres humanos que la habitan y protegen.
Significa ello, que superar el improductivo desencuentro institucional, pasa por el compromiso de sostenibilidad de la Estrella Hídrica de San Lorenzo, en la que nacen siete ríos -Córdoba, Guachaca, Mendihuaca, Bonda (Manzanares), Piedras, Minca (Gaira) y Toribio-, por lo que se reclama la adopción colectiva de medidas que permitan el uso eficiente del agua para la modernización de los sistemas de riego o en la mejora de los mismos, y por supuesto la mejora en las redes de conducción del Preciado líquido a las plantas de tratamiento, que implica la racionalización del consumo urbano.
Se trata entonces de hacer Gobernanza del Agua, construyendo colectivamente la agenda que incluya la APP, el Fondo de Agua, iniciativa que involucra voluntades de organismos públicos y privados para restaurar y conservar las áreas estratégicas como la Estrella Hídrica de San Lorenzo, ubicada en la Sierra Nevada de Santa Marta, en la que nacen los ríos que abastecen no solo a Santa Marta, sino también a Ciénaga, que lleva a concluir al ministro Johnatan Malagón, quien coincide con otras propuestas, que administrar el agua para más de un millón trescientas mil personas que viven alrededor de las cuencas y en las dos ciudades del Caribe y el municipio de Puebloviejo, es el reto estratégico, y este tiene respuesta en el rio Magdalena.
Como corolario traigo a cuento un comentario de la Fundación Mapfre, “que la búsqueda de soluciones a semejantes problemas, pasa por poner en práctica medidas encaminadas a mejorar la cantidad y la calidad de los recursos hídricos, así como el uso eficiente del agua y la depuración de aguas y vertidos. La supervivencia, el bienestar y el desarrollo socioeconómico de toda la humanidad es un requisito fundamental tener garantizado el acceso a un suministro suficiente de agua potable. Sin embargo, continuamos actuando como si el agua dulce fuera un recurso abundante e inagotable”.
