- Por esta razón, la Administración Martínez anuncia que realizará mesa sectorial con mesas vivas para presentar primera fase del proyecto ante el Concejo.
El expresidente Juan Manuel Santos, cuando adelantaba su campaña para reelegirse en el año 2014, le prometió a la ciudadanía samaria que el Gobierno nacional haría los aportes necesarios para darle solución definitiva al problema de desabastecimiento que ha sumido en una verdadera crisis a la capital de Magdalena.
Desde entonces, la clase dirigente empezó a buscar caminos que condujeran a senderos convergentes para, entre todos, es decir, dirigencia, administraciones Distrital y Departamental, gremios, estamentos sociales, entro otros, centrarse en avanzar hacia el mismo norte; pero eso no fue posible, porque el entonces alcalde Carlos Caicedo y ahora Rafael Martínez, siempre miraron de soslayo la posibilidad de convocar a la clase parlamentaria para empujar todos el carro para el mismo lado; lo que afectó notablemente el proceso y la buena voluntad -mírese como aprovechamiento de una circunstancia política o no- de Juan Manuel Santos.
Pasaron más de tres años desde que Santos prometió ser parte activa en la solución al problema de escasez de agua en esta ciudad, desde el año 2014, porque solo hasta diciembre de 2017, el Gobierno Distrital le dio inicio al proceso de formulación del proyecto de conformación de una Alianza Público Privada, APP, para traer agua del río Magdalena, encontrando una serie de traspiés en materia de realización del proyecto y también en el tiempo, porque ya el segundo y último mandato de Santos, tenía el sol a la espalda.
Sin embargo, el diagnóstico de las falencias que presenta Santa Marta en términos de abastecimiento del preciado líquido, proyecto que tuvo un costo de más de 2 mil millones de pesos y que fue avalado por el Departamento Nacional de Planeación, DNP.
Ese proyecto APP del agua para Santa Marta, tendría un costo de 3,2 billones de pesos. Lo que siempre se ha conocido es que el Gobierno Nacional comprometería vigencias futuras de regalías por 1,5 billones de pesos, el Gobierno local aportaría 1,3 billones de pesos; y lo que la gente siempre se ha preguntado es ¿el resto quién lo aportaría? Creo que la respuesta está en la facturación; es decir, el usuario seguro deberá hacer su aporte significativo en este proyecto.
Lo curioso es que, después de tanto tiempo y los serios problemas que el ciudadano común ha venido padeciendo en los últimos años, el Alcalde Rafael Martínez salga a decir que “se declaró proyecto prioritario para la ciudad”.
¿Acaso hay que esperar que pasen dos gobiernos para percatarse que Santa Marta requiere una solución estructural y definitiva al problema de desabastecimiento? ¿Cuál es la actualidad del proyecto? ¿Qué dice el Gobierno Nacional acerca del aporte que se necesita desde esa instancia para que los samarios ya no sufran más por la falta de agua? ¿A qué vino Veolia a Santa Marta, a solucionar o empeorar el problema?
Son esas las preguntas que el ciudadano común formula sin encontrar una respuesta esperanzadora a cada uno de esos interrogantes.
