El pasado del Unión Magdalena, se hace presente

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  • La historia da cuenta, que Unión Magdalena aparece oficialmente en el rentado nacional, el 11 de marzo de 1951, con derrota de 2 goles por 3 ante el América.

POR: ALBERTO CAMILO BLANCO JIMÉNEZ

El presente es, en gran medida, fruto de lo que ocurrió en el pasado; por ello, es supremamente importante mirar por el espejo retrovisor las huellas que ha dejado la rueda de la historia, en el rodaje del balón por los campos donde ha corrido la emoción de una pasión llamada Unión Magdalena.

Entonces, repasemos “a vuelo de pájaro” las causas del desbordamiento de los ríos de mieles de los aficionados, en estos momentos cuando el equipo samario se apresta a volver “al dulce” del torneo de la Primera Categoría.

El fútbol profesional comienza a hacerse realidad en nuestra Ciudad, en el instante en que el jurista, José Eduardo Gnecco Correa, invita por allá en el mes de septiembre de 1950 a unas personalidades ligadas, de una u otra manera, a la actividad deportiva de la época, a una reunión cumbre con el objeto de crear un club de fútbol profesional.

Esa grandiosa idea fue aceptada por los asistentes y para darle cuerpo se argumentó que se tenía lista la casa donde actuaría el nuevo equipo de la Dimayor, tras  la inauguración del estadio “Eduardo Santos”, con motivo de los VI Juegos Atléticos Nacionales, realizados en esta capital en el mes enero de 1950.

En efecto, allí más tarde debutaría en un juego amistoso el Deportivo Samario ante Libertad de Barranquilla, al cual lo derrotó 3 goles por 1, encuentro que  pitó Nel Raúl López Morales.  La parte administrativa, estuvo representada por Lázaro Riascos Vives quien  oficiaba como Gerente y la deportiva   encabezada por el entrenador Moisés Ponce Lozano.

Después de varios  juegos preparatorios aparece oficialmente en el rentado nacional, el 11 de marzo de 1951, con derrota de 2 goles por 3  ante el América.  En sus filas aparecieron los argentinos Ángel Botta y Rómulo Barrios y los húngaros Torock, Negresku, Hankel, Samu y Marick, además de los samarios Rubén Rocha, Alipio Ortiz, “El Maestro” Pérez, Orlando Granados, Felipe Fernández y Antonio Carrasquilla, entre otros. Es necesario mencionar a Eduardo Dávila Riascos, porque fue determinante en la  conformación de este club profesional.

El balón comienza a rodar en el gramado del “Eduardo Santos” y todos los estadios del país y detrás de él, futbolistas profesionales que representaban a la Ciudad, con la autoridad histórica que le otorgaban al futbolista samario, los títulos en los Juegos Olímpicos Nacionales –así se llamaba esta justa entre los años 28 y 42-, Cali 1928,- dirigido por Moisés Ponce Lozano-, Barranquilla 1935, Manizales 1939 Bucaramanga 1942 y Santa Marta 1950 y el concurso de refuerzos internacionales se alcanzó a conformar un equipo con cierto nivel de desempeño.

La esférica de las canchas de La Castellana y el Liceo Celedón pasa ahora al gramado del máximo escenario de la Villa Olímpica y Santa Marta se posesiona en el campeonato de la Dimayor. Es justo reconocer los buenos oficios del Gobernador José “Pepe” Vives y del Presidente Eduardo Santos, quienes en 1940, habilitan “La villa Olímpica Simón Bolívar” y al Gobernador Joaquín Campo Serrano por poner en servicio al estadio “Eduardo Santos” en 1950.

El Deportivo Samario entra a la arena profesional y los aficionados samarios tienen la feliz ocasión de observar  los mejores exponentes del campeonato como Millonarios, Santa fe, Junior, Nacional, América, entre otros. Este grandioso proyecto, por los altos costos de funcionamiento y la frondosa nómina de jugadores y de contera los pocos ingresos económicos, llevaron al incipiente Club a una crisis financiera inmanejable que inevitablemente llevó a la terminación de este sueño llamado Deportivo Samario y a colgar en los escaparate del pasado, la camiseta blanca y azul que simboliza los insignes colores de nuestra  bandera,  al final del año de 1952.

Afortunadamente, los poderes políticos, el comercio local, la compañía frutera de Sevilla y distinguidas personalidades del Deporte Samario y del Magdalena, unieron fuerzas, para buscar recursos económicos que permitieran superar el grave problema presupuestal.  Entonces, se crea una nueva razón social, llamada Unión Magdalena.

Lázaro Riascos Vives, en calidad de miembro de esa Junta Directiva, cita el día 9 de diciembre de 1952 a José María Riveira Daza, Alcalde de Santa Marta, a Alfonso Campo Murcia, José Benito Vives De Andreis, José Lacouture Dangond,  Alfredo Riascos Labarcés, José Ignacio Vives Echeverría, José Antonio Sánchez, Joaquín Pereira Abello, Abelardo Barrial, Mr. Strange, de la United Fruit Company, Rafael Fuentes Diago, Eduardo Dávila Riascos, Manuel Noguera, Juan Díaz Granados, con el propósito de sentar las bases financieras y administrativa del nuevo Club profesional, como quedó escrito en el acta de la citada asamblea y firmada por todos los que en ella intervinieron y suscrita obviamente por el gerente de la época, Carlos Bernier, en aquel memorable 9 de diciembre de 1952.

Es pertinente traer a cuento también en esta génesis del Unión, a Rafael Campo Murcia, José Eduardo Gnecco Correa, Francisco Fuentes Diago y José María Serna. Todos los distinguidos señores mencionados anteriormente, le dieron la segunda oportunidad a Santa Marta y al Magdalena de continuar en la élite del balompié colombiano, ahora con la camiseta azul y roja del Magdalena, para darle un sentido más departamental al equipo.

Al año siguiente, reaparece el nuevo equipo de Santa Marta, es decir, en 1953, bajo la conducción técnica del argentino Guillermo Perazzo, teniendo como base a los jugadores de la tierra que actuaron el año anterior en el Deportivo Samario, más otros refuerzos extranjeros. El equipo debutó exactamente el 19 de abril de 1953 ante Pereira, en la “Perla del Otún”, juego que concluyo 4 por 2 a favor del local. Esta fecha se tiene en cuenta como el inicio de la historia del Unión en la Dimayor.

Sobreviven de esta metamorfosis del Deportivo Samario al Unión Magdalena, Felipe Fernández, en el barrio Manzanares y Américo Jiménez, en el sector de Los Naranjos. La afición samaria con la pasión de siempre celebró la continuidad del profesionalismo, en la “Perla de América”.

Desde ese tiempo descrito hasta hoy, el “Ciclón”, ha sido el centro de atención en la conciencia deportiva  de los samarios en los 65 años de existencia de este sentimiento llamado Unión Magdalena en el rentado nacional, a excepción de los años 1955, 1958, 1961, 1962, donde el equipo estuvo al margen de la competencia por razones económicas; sin embargo, esas ausencias no fueron óbice para olvidarse de la pasión hacia el onceno bananero.

El cénit de su trasegar deportivo, lo alcanzó en 1968, cuando obtuvo el campeonato y con su estrella iluminó de gloria al crepúsculo del fútbol samario. La noche del 12 de diciembre y la tarde del 17 del mismo mes, en aquel enfrentamiento deportivo con el Cali, se convirtieron en las fechas más memorables de la historia del equipo samario, luego de dejar a la vera del camino al título al portentoso onceno azucarero, escuchando el ulular de la sirena del  eterno aficionado “Chepe” Ariza, “Balín” y después del cuerpo de bomberos al iniciar la marcha triunfal por las principales calles de la Ciudad, con los héroes de la batalla del 68.

Después de ese magno episodio, el equipo se ganó el respeto y la admiración de los amantes del fútbol en este país, al ser protagonista de los torneos de la Dimayor, con buen juego y excelentes jugadores samarios desde el año 69 hasta el 99, como: Alfredo Arango, Aurelio y Justo Palacio, Jaime Deluque, Oscar Bolaño, Oscar Ortega, Lenis Fallace, Hermenegildo Segrera, Gustavo del Risco, “Piña” Mendoza, Didí Valderrama, El “Pibe” Valderrama, Julián y Miguel Palacios, Rolando Tovar, Alberto Gamero, “El Chino” Víctor González Scoth, Radamel García, Eduardo Vilarete, Oswaldo Redondo, Ronal Valderrama, Roberto Granados, Eugenes Cuadrado, Luis Zuleta, Carlos Mendoza, Carlos Vilarete, Justiniano Peña, José Herrera y vale mencionar al guajiro Yosvidas,  Fuentes, entre otros, en esos 20 años. En 1999, Unión desciende a la “B”, en las manos del entrenador Gabriel “Barrabás” Gómez, luego de que la Dimayor instituyera el descenso a partir de 1991.

Permaneció sólo dos años en este torneo, debido a que la asamblea de la Dimayor, permitió un triangular de ascenso en Cartagena a finales del 2001 para ampliar de 18 a 20 equipos en el campeonato de la primera categoría. El Unión dirigido por Retat, regreso a la “A”, al lado del  Bucaramanga y  Cúcuta quedó eliminado. En su regreso, el cuadro bananero, realizó en el 2002 y 2003 , cuatro excelentes torneos que duraban 6 meses, en el 2004, se vino a menos en materia financiera por desatinos administrativos  en el 2005 descendió, con la conducción de Alberto Suárez, Dt. Del Quindío.

Han transcurrido 13 años, desde ese pésimo momento del descenso y en ese lapso, ha vivido los sucesos más adversos que se tenga noticia , luego de perder su plaza natural, por remodelaciones al “Eduardo Santos” que nunca se cumplieron y en el 2013, comienza su peregrinaje por Riohacha, en el 2014 al Carme de Bolívar, en Ciénaga en el 2015, vuelve a Riohacha en el 2016 y en el 2017 arma “rancho” en Magangué (Bolívar.). Afortunadamente, regresa a su sede natural a estrenar casa como lo es el estadio Sierra Nevada, donde ha sido profeta en su tierra, ante el inmenso apoyo de la afición Samaria. En estos momentos, Unión se encuentra a las puertas de ascender, si le gana al Quindío y paralelo a este acontecimiento, se ha posicionado nuevamente el Unión Magdalena en la conciencia del pueblo samario.

Hoy, en todos los círculos sociales está a la orden del día el elenco bananero, de tal suerte, que el pasado glorioso del fútbol samario y del Unión, han vuelto a ser el centro de atención de los innumerables seguidores de la camiseta azul y roja.

El pasado se hace presente, en el evento en que se logre el objetivo de volver a la “A”, tenemos que prepararnos para atender las exigencias del inmediato futuro, en la primera categoría, con el fin de permanecer en ese alto sitial, para rendirle honores a los que fundaron al Deportivo Samario y a quienes lo reinventaron como Unión Magdalena.

 

 

 

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